Pues sí, los resultados que se dieron ayer no han favorecido nada los intereses del Depor. A la derrota frente al Unionistas hay que añadir las victorias de Celta B, Castilla y Racing de Ferrol. Pase lo que pase hoy con los compromisos de Alcorcón y Córdoba, la jornada ya puede considerararse mala de solemnidad.
 

Una pena que hayan llegado los tropiezos en León y Salamanca en un momento crucial de la temporada, cuando cada vez queda menos margen de error. Al Deportivo le está pasando como a estos equipos de baloncesto que van perdiendo de veinte puntos, consiguen reaccionar, se colocan a uno o dos del rival pero no pueden ponerse por delante y el oponente se vuelve a escapar. 
Ha quedado claro que no vale sólo con ganar en Riazor. Ahora llega el partido contra el Fuenlabrada, y veremos cuál es la reacción de los aficionados. De momento, hay muchos que en las últimas semanas ya han vuelto de viaje con dos derrotas sobre la espalda. Menos mal que tenemos esta afición. Menos mal.