Siempre me pasa lo mismo. Cada vez que juega el Deportivo en sábado me veo en la misma tesitura. Escribo este artículo antes de jugarse el encuentro y se publica al día siguiente de disputarse. Y claro, las sensaciones, las esperanzas y todas esas cosas del ‘a priori’ no se parecen en nada a las del ‘a posteriori’. Y si encima nos topamos con un partido como el de ayer, frente al líder de la categoría, pues ya todos esos sentimientos se multiplican.
De momento puedo adivinar a priori que Riazor registrará una excelente entrada, que el ambiente será espectacular y que todos estaremos muy ilusionados porque llevamos una buena racha de resultados. Y hoy, ya domingo, todos estaremos más o menos así: si hemos ganado estaremos como motos, hablaremos de que el intratable Córdoba está ya sólo a cuatro puntos, presumiremos de que llevamos 13 de 15 en los últimos cinco partidos, diremos que el Deportivo está de vuelta y, en definitiva, tendremos un chute de moral que buena falta nos hace.
Si empatamos, pues nada, que si seguimos a 7 del Córdoba, que hay que seguir trabajando y que seguimos en la lucha.
Y si perdemos, pues lo esperado, que hay que levantarse, que queda mucha liga y que hay que pensar desde ya en el siguiente partido en Badajoz. Creo que no me habré equivocado mucho.
Y es que todos los años tenemos algún ‘partido del siglo’. No hablo de partidos decisivos para ascender o cuando ganábamos títulos.
No hablo del partido del Albacete, ni del Centenariazo o del día que ganamos la Liga. Me refiero más bien a esos partidos que generan una expectación como el de ayer, que no son más que 3 puntos, pero que pueden marcar un antes y un después.
Ya el año pasado tuvimos otro ‘partido del siglo’ cuando vino el Racing de Santander, que tenía que jugar cuando le sacábamos seis puntos y que por una gracieta de la RFEF lo jugamos cuando ya casi nos habían empatado en la clasificación.
No me digan que aquel partido no marcó el resto de la liga para los dos equipos. Vaya que sí lo hizo. También tuvimos otro ‘partido del siglo’ en la 2019-2020 frente a este mismo Racing.
Con Vázquez en el banquillo y el estadio lleno sumamos la tercera victoria seguida que supuso aquel despegue que luego resultó insuficiente. Y otro partido decisivo fue el 3-1 al Valladolid de la 2007-2008 con otro ambiente extraordinario en la previa del partido y que supuso otro despegue en la clasificación cuando inauguramos aquella defensa de 3 centrales con Lopo, Pablo Amo y Coloccini.
Y, por qué no decirlo, otro ‘partido del siglo’ fue el 4-0 al Milán, que no se parece mucho a los partidos que he comentado, pero que me apetecía recordarlo.
Tampoco me quiero olvidar el partido contra nuestro eterno rival de la temporada 2011-2012, la primera en Segunda después de muchos años.
Aquel partido culminado con el gol de Lassad dos minutos después de que el equipo vigués nos empatara fue el inicio de una racha de victorias que nos hizo regresar a Primera por la vía rápida. Otro gran ‘partido del siglo’, sin duda.
El de ayer fue uno más de esos partidos que se marcan en rojo ellos solitos por su importancia. Pero ha sido sólo un partido más. Aún quedan por jugarse otros 25 encuentros y seguramente tengamos más ‘partidos del siglo’ este año.
Y nada, que ayer también se jugaron los octavos del Mundial y hoy se juega el Inglaterra-Senegal y el
Francia-Polonia.
Pero entre eso y un Deportivo-Córdoba todos sabemos cuál es el partido más importante. Dónde va a parar.
