El Deportivo ha cerrado su primera semana de amistosos con buenas sensaciones y buenas noticias. Los delanteros, en el punto de mira de las críticas desde hace tiempo, han visto puerta. Yeremay parece haber vuelto como se fue, o sea, on fire. Charlie Patiño no parece el mismo que el año pasado nos hacía mirarnos, incrédulos, unos a otros. Y las lesiones —toquemos madera— están brillando por su ausencia.

Tras el entrenamiento de hoy, el equipo inicia un periplo por Inglaterra. Allí subirá la exigencia. Mucho. El Dépor se enfrentará al Watford mañana y al Middlesbrough el sábado. En primer lugar, el Championship, que así se llama la categoría de plata inglesa, arranca el viernes 8 de agosto. Eso es, una semana antes que la Segunda española. El Watford parece listo para la acción. El conjunto del noroeste de Londres ya ha experimentado quince movimientos en el mercado estival: ocho bajas y siete altas, además del regreso de cuatro cedidos. En el Boro las cosas van más despacio: han salido ocho futbolistas y solo ha llegado uno nuevo, además de tres que han vuelto de préstamos a otros equipos. En segundo lugar, hay que contar con que son dos participantes en la, probablemente, mejor segunda división del planeta. Un campeonato repleto de galeses, escoceses e irlandeses —cuyo nivel hemos podido ver en los últimos Mundiales y Eurocopas— y de muchos forasteros de primera fila. No en vano, para obtener el GBE, el permiso de trabajo en Inglaterra, los futbolistas de más allá del Canal de la Mancha deben alcanzar un mínimo de puntos en una tabla que mide la categoría de su liga de procedencia, los partidos en competiciones europeas o las apariciones con su selección nacional. En Vicarage Road, el Dépor jugará contra internacionales absolutos por Austria, Escocia, Georgia, Marruecos, Irlanda, Chipre, Francia, Mali, República Democrática del Congo, Noruega, Estados Unidos y Australia. Casi nada.