El Fabril empieza hoy su segunda campaña en Segunda RFEF ante el Ávila y lo hace con un equipo en el que la mayor bandera de la cantera, Kevin, esta lesionado. La mayor y casi la única. A la espera de nuevas aportaciones del vivero de Abegondo, el filial se ha nutrido de incorporaciones foráneas, una señal dudosa cuando no hace mucho tiempo que parecían haberse tomado decisiones sólidas que pasaban por promocionar a los mejores juveniles, incluso en esa edad, y darles cancha. Fran abanderó ese camino y su marcha del club hace algo más de un año significó un cambio de rumbo. No tiene por qué ser mejor o peor. Pero es diferente. La cuestión es si en A Coruña, o por extensión en Galicia, hay capacidad para conformar un equipo de jóvenes que pueda competir en la cuarta categoría. Casi todo el mundo podría contestar que sí. Poca duda con eso. Pero hay que ponerlos.