Regresaba el Dépor Abanca a la máxima categoría nacional y ocurrió lo que más o menos estaba previsto. Aún así, hay que felicitar a las blanquiazules, que aguantaron con el marcador a cero durante casi una hora a uno de los mejores equipos del mundo. Perder por 0-3 ante el Barcelona no es ninguna desgracia. Ya tendrán oportunidades las de Irene Ferreras para demostrar que poseen nivel suficiente como para militar en esta exigente Liga F.

El salto de categoría es considerable. Y más aún si enfrente está un equipo como el azulgrana. Siempre cabía la posibilidad de que, como era la primera jornada, el Barça pudiera llegar a Riazor un poco falto de rodaje. Pero con una plantilla con tanta calidad, las posibilidades de dar la sorpresa eran más bien pocas. No pasa nada. La liga no ha hecho más que comenzar.

Cabe recordar que otro ascendido, el Espanyol, incluso recibió más goles por parte del Real Madrid. Lo que da buena muestra de la diferencia de nivel que hay entre los aspirantes a la zona noble y los que lucharán por no descender.

El Dépor Abanca tiene que seguir su camino con humildad, pasando página y pensando que ya ha disputado el que, posiblemente, sea el partido más complicado de la primera vuelta.

Ahora toca preparar el compromiso del próximo domingo ante el Atlético de Madrid. Otro desafío para un equipo que tiene que huir de los nervios o la ansiedad. El trabajo y la constancia permitirán al equipo ir poco a poco consiguiendo sus metas.