Borja Jiménez sorprendía de inicio por un sistema de cinco defensas, con Álex Bergantiños dejándose caer al centro del campo en funciones creativas cuando el Depor tenía la posesión. Un sistema más defensivo que ofensivo. Debutaba Pablo Martínez, con dos laterales largos como Trilli y Narro.
El cuadro local saltó al campo mentalizado para llevar la iniciativa y muy pronto encontró el premio del gol gracias a un inspirado Villares, que repetía tras el derbi. Sin embargo no acaba de convencer.
Corría el minuto 6 y el tanto daba confianza a un Depor que se volcó sobre el área visitante; Quiles y Trilli tuvieron el segundo pero no sería hasta el minuto 33 cuando un centro-chut envenenado de Rubén doblaba la renta local tras ser remachado por Morante en propia meta.
En el minuto 40 un despiste defensivo coruñés era penalizado con el 2-1 de Escudero a placer y así se llegaba al tiempo de descanso. Al Depor le hicieron daño con muy poco.
En el segundo acto, Bergantiños tiene la fortuna de conseguir el tercero, con la colaboración del meta rival.
Cuando parecía que el fin de partido iba a ser tranquilo, el Depor se puso de nuevo nervioso y encajó una diana en otro desajuste atrás.
Borja Jiménez realizó varias modificaciones para oxigenar al equipo pero jugando en casa ante un Talavera endeble el rival pudo haber empatado. El equipo acabó pidiendo la hora y con mucho miedo a volver a pinchar.
