Pues bien, resulta que estamos casi en el ecuador de la liga regular y el Depor, a base de tirones, se mantiene en la lucha por meterse entre los cinco mejores de su grupo. Parece increíble que, después de todos los puntos que se han quedado por el camino, los de Idiakez estén tan cerca del quinto. Una lástima las decepciones en Riazor, que se han compensado con esos triunfos en Barcelona y O Carballiño.
Pero eso ya forma parte del pasado, y ahora hay que mirar a lo que nos espera en el 2024. Para mí, lo más positivo es que todavía quedan muchos puntos por jugar y que el equipo tiene un considerable margen de mejora.
Esperemos que el camino por el que transite la plantilla blanquiazul a partir de ahora sea el correcto. Una racha de tres o cuatro victorias supondría un gran salto pero, mientras no llega, lo importante es seguir ahí.
Y la afición siempre estará apoyando. El domingo, a pesar del frío, no faltó a su cita con el equipo. Sin duda merece vivir más alegrías a lo largo del año que viene.