En la ceremonia de clausura había muchas sonrisas en la delegación española. Con deportistas más satisfechos que otros. Pero el sentimiento general era de alegría, con muchas ganas de disfrutar de ese histórico momento en el que se dan por concluidos los Juegos Olímpicos.
Ya han llegado a casa, algunos portando orgullosos sus medallas. Han sido meses intensos, de preparación, de nervios. E, independientemente del resultado, es el momento de descansar. O de, al menos, hacer un paréntesis para participar en homenajes y demás actos antes de comenzar unas merecidas vacaciones.
El hecho de que los Juegos se hayan celebrado en París ha permitido que fuese más sencillo que los deportistas españoles estuvieran con sus seres querido. Estos días lo podrán seguir haciendo. Que lo disfruten.