Es inquietante la transición que se está reformulando en la estructura deportivista. Fluyen canales de intereses particulares por distintas vías y muchas veces confundiendo, con intencionalidad, la buena fe del entorno blanquiazul. Bien lo matiza el conocido refrán: ‘… a río revuelto, ganancia de pescadores’.
Desgraciadamente para la Entidad coruñesa, mucho mediocre, ejerciendo responsabilidades, hizo, con el paso del tiempo, que la nave llegase a donde hoy está, varada e introduciendo sus valoraciones en una nebulosa informativa. Realmente no es fácil hincarle el diente a todo este colectivo. Pero es muy importante señalar y puntualizar.
El deporte es muy natural de por sí, cuando el desarrollo de la planificación no obtiene sus metas, la resolución suele propiciar cambios en el sistema. En la parte de gestión y cuando el nivel no es el adecuado para tomar decisiones, se suele ‘marear la perdiz’. Mirando hacia atrás, la situación económica rozó el esperpento trasladando todo al sentido más dramático, el de la inmediata desaparición. Nadie debía olvidarse de todo esto. Se quiera o no, con todos los matices que se deseen incorporar, Abanca acudió, cuando sonaba la campaña y por imperativo de interés propio, para salvar el match ball agónico. Muchos fueron los clubs que no obtuvieron semejante respaldo y cayeron, sin contemplaciones, en cierre patronal. La cúpula bancaria, utilizando sus resortes, planificó un programa interno de salvación, intentando recuperar el sentido deportivo y devolverlo a la gestión accionarial, en otras palabras, poner el Club a disposición de algún inversor interesado y salvar sus muebles.
Pero como el fútbol no es una empresa cualquiera y adentrándonos en un periodo de mala suerte, que también lo hubo, todo se convirtió en una dolorosa cruzada. Aquí se está, en su cuarta temporada, en medio del fango y con una inestabilidad impropia de grandes ejecutivos. Pero el propietario sigue moviendo sus hilos como si de una ‘urbana 8’ se tratase. Se intuye que siguen desconociendo que esta actividad tiene vida propia.
No se cuáles son los verdaderos asesores del máximo responsable bancario, pero no logran llegar al corazón del deportivismo y es una pena, pues el esfuerzo económico que se realiza no se ve compensado con una fluidez sentimental. Hay movimientos que cuestan entender. ¿Por qué tanta opacidad? Ahora que se incorpora un nuevo Consejo… ¿No sería el momento de colocar en la cúpula a una persona que aglutinase a todo el deportivismo a nivel armónico y transmitiendo pasión al colectivo? Bergantiños puede aportar, pero no abarca toda la necesidad y empuje.
Siempre fui de la idea de que en nuestra tierra, hay gente muy preparada para responsabilizarse de la parte deportiva.
Presentar un proyecto teniendo a un amplio sector de la grada con la guadaña preparada, no es un buen síntoma para comenzar. Pero como esto es fútbol, rápidamente todo puede cambiar si se comienza con dos o tres victorias seguidas. Pero no es nada inteligente iniciar el proceso en estas condiciones.
En definitiva, pistoletazo para un nuevo ciclo cargado de incertidumbre y sólo el buen discurrir del proyecto hará que las aguas vuelvan a su cauce y todo pueda forjarse de la mejor de las maneras. Ya se sabe cuál es la meta, todo esfuerzo es poco para conseguirla. Ánimo Idiakez, lo vas a necesitar y mucho…
Como siempre un placer.