A Coruña ha dado grandísimos futbolistas. Nombres para la historia. Unos se marcharon y otros, que se quedaron, se convirtieron en verdaderos referentes del Deportivo, por temporadas, partidos, goles. Nombres que brillan con fuerza en el firmamento centenario del club.
Lucas Pérez es ya uno de ellos. Una vez que Álex pasó a los despachos después de una intachable trayectoria, es el que lleva sobre los hombros ese peso con permiso de hombres tan importantes como Villares. Jugadores que ponen, por encima de todo, el escudo.
Lo demuestran con grandes detalles. Y con otros que no se ven tanto. La semana pasada Lucas podría haber marcado su tanto número 50 en su historia en el Depor, igualando a Djalminha, pero le dio el balón a Barbero para que pudiese volver a la senda del gol. Ya sé que no estaría el de Monelos haciendo tales cábalas en ese momento (y ni antes, ni después), pero ahí está el dato y la demostración de que lo que le importa a los que dejan huella, siempre es el bien común por encima del personal.