No lo veo de otra manera. Hay que sumar. El día después del ‘no ascenso’, a las ocho y media de la mañana, una persona que tuvo relevancia hace unos años en el club poco menos que se reía hablando por teléfono. Algún ilustres ‘ex’ no para de enviar mensajes contaminantes. Hace unos años hubo una división total en el deportivismo que, afortunadamente, se ha superado... Hay que sumar.
Pero todos. No podemos perder lo que ha conseguido la afición. Sí. La afición y nadie más. No podemos tirar por tierra el sentimiento de Riazor. Las niñas y niños que van al estadio cada jornada no se merecen que en las cavernas haya personas que, lejos de buscar el bien común, solo miran hacia el propio.
No entiendo a los que ‘han sido’ y parecen alegrarse de los males actuales. Es el género humano, lo sé, la regla de la comparativa. “Te va peor de lo que me fue a mí”. Pero no lo comparto en absoluto. Creo que, después de los fracasos, todos hemos aprendido y todos, juntos, sin fisuras, hemos, si es posible, hasta de multiplicar.