Algunos siguen confundiendo lo que rodea al mundo del fútbol (y del deporte) a pesar de que los diferentes organismos competentes tratan de poner freno a estos individuos que pretenden hacerse pasar por aficionados y, sencillamente, son unos delincuentes.
Este domingo el encuentro de la Serie A –máxima categoría italiana– entre el Cagliari y el Nápoles tuvo que ser interrumpido durante siete minutos debido a varios enfrentamientos en la grada entre seguidores de ambos equipos, que lanzaron bengalas y objetos peligrosos tanto al campo como a zonas ocupadas por aficionados.
Mientras las autoridades no castiguen como se debe estas acciones, los aficionados de verdad se jugarán la piel al asistir a estos espectáculos, que son una fiesta y no un deporte de alto riesgo.