El partido de esta tarde no es ninguna broma. El Depor visita el campo de uno de los favoritos de la categoría y llega con bastantes dudas, además de ausencias notables y un lógico nerviosismo en el ambiente.
El asunto no es para menos, porque una derrota no solo pondrá más patas arriba este duro inicio de temporada y casi lo mismo un empate. Parece que hablamos de una final y no hemos ni tan si quiera sobrepasado el primer tercio del campeonato. No es ninguna broma.
Pero también veremos de qué está hecho este equipo, qué capacidad de reacción tiene la plantilla, qué forma de encarar un envite así tiene el colectivo blanquiazul.
Todos tenemos unas enormes esperanzas depositadas en los próximos choques, porque son contra los equipos más cualificados del grupo y porque el Deportivo ha sido confeccionado para medirse a ellos y derrotarlos. Pero no nos olvidemos de lo crucial, precisamente ‘la categoría’. Hoy también sabremos si, de una vez, el Depor es capaz de competir bien en esta dura liga.