Tenía innumerables temas encima de la mesa para poder contactar con ustedes. Ya se sabe en la variedad está el gusto. Pero para iniciar la epístola, les escogí un titular periodístico de lo más surrealista. El pasado lunes, en un diario deportivo del Reino hispano, salía el siguiente titular: “Reunión Barsa-Mbappé”. “La entidad azulgrana valora su fichaje y se reúne hoy con el PSG”. Casi nada. Ahí queda eso.
Está claro que, inicialmente, me lo tome como una ‘serpiente veraniega’, pero sacándole jugo, es obvio que esto no se visualiza sino hay un porqué. Aparte de cubrir papel o líneas en la web, su objetivo no es otro que generar ambiente para una actuación interesada. Ya sean los propios jugadores a través de sus representantes, o los clubs interesados en mover el mercado, intentando abrir o cerrar operaciones interesadas.
Esto engloba lo que popularmente llamamos la salsa del fútbol. Irónicamente hablando, 300-400 millones arriba o abajo, no significan nada para cualquier equipo terrestre que quiera reforzar su plantel. Un jeque cualquiera de un país remoto que le guste la primera línea informativa, sólo tiene que abrir 15 minutos de más el grifo del petróleo y asunto resuelto. Su fichaje estrella lo puede tener sentado a la mesa.
Cambio de tercio y me pongo en perspectiva blanquiazul. Continua el Deportivo cuadrando el plan director actual de la plantilla (después hay otro que llega al 2028), que nuevamente y no podría ser de otra manera, deberá aspirar al ascenso de categoría. El Sr. Soriano concentra toda su capacidad en conseguir los “mirlos blancos” que faciliten el salto de calidad.
De lo llegado hasta el momento, más de lo mismo que en temporadas pasadas, se nos cuenta un cuento y tenemos que creérnoslo para ser positivos, pero todo ello deberá ser ratificado sobre el terreno de juego. Intuyo que el técnico que nos colocaron, a estas alturas, ya sabrá dónde está metido y que ya no le vale aquello de la presión y estas cuestiones paralelas. Esto es A Coruña y es el Deportivo, lo demás son balones fuera. En la vida política se estima que el tiempo de margen para poder requerir exigencias son los famosos 100 días. Pues aquí, ni eso. Desde el primer segundo ya se debe tener una visión de lo que va a ser el camino adecuado, generando expectativas y un espíritu para poder aspirar al máximo.
Punto y seguido. Se está celebrando el Mundial femenino de fútbol. España aspira a estar entre las grandes del campeonato tras un controvertido viacrucis previo. Las polémicas suscitadas con el seleccionador, propician que las afectadas y castigadas estén esperando, con la guadaña, cualquier contrariedad de resultados. Curioso que una ex, de las más activas en reivindicaciones, esté de comentarista de la televisión estatal, la vida es así. Esperemos acontecimientos.
Finalizo. Viendo la construcción del nuevo campo de fútbol de Eirís, tengo la impresión de que alguien nos toma el pelo. Hacerlo más pequeño les resultaría imposible. Como suelo decir… en qué manos estamos.
Como siempre un placer.
