Pese a la derrota con el Real Unión de Irún, el Club y la afición están con la moral alta. La excelente entrada que vivió Riazor ayer con los juveniles -una cifra inédita de espectadores que no tiene parangón en el fútbol juvenil- hacen pensar que el panorama pinta bien para un futuro a corto plazo.
Las chicas del Depor Abanca están en la pelea por volver a la primera categoría del fútbol femenino. La cantera de jugadores criados en Abegondo empieza a dar sus frutos. Jóvenes, con talento y comprometidos con el Dépor que empiezan a despuntar en el primer equipo. El Fabril navega en la zona alta de la Tercera RFEF con mirada puesta en los puestos altos de la tabla.
Hay que unir a esta coyuntura la privilegiada posición del Depor como líder de su categoría y con inmejorables perspectivas de ascenso. Cierto es que la derrota del domingo apagó un poco los ánimos tras una racha prodigiosa de victorias.
El aplazamiento del partido frente al Racing de Santander también aumenta las incertidumbres de los blanquiazules. Los cántabros, que además retrasaron su encuentro del domingo pasado por detectarse casos de covid entre su plantilla, tendrán que disputar sus partidos entre semana pudiendo -en caso de ganar ambos-dar un zarpazo a los coruñeses.
Sobre este asunto hay que resaltar el escaso criterio que tiene la Federación a la hora de señalar los criterios de aplazamiento por casos covid. Cierto es que la pandemia ha marcado, y todavía lo hace, el desarrollo del campeonato. Sería bueno conocer cuándo se puede jugar o no un partido. El Racing, con dos positivos por Sars y, todo hay que decirlo, con algún lesionado al margen de la epidemia, solicita la cancelación de dos partidos cuando hemos visto que equipos no sólo de la misma categoría sino del fútbol profesional han tenido que presentarse en el campo a jugar en situaciones similares.
Tenemos reciente en la ciudad el caso del Fuenlabrada a quien se permitió desplazarse con varios casos positivos que aumentaron al llegar a Coruña. Las consecuencias son de sobra conocidas por todos. Si bien es cierto que las circunstancias y la evolución del virus era inquietante en aquel momento, habría que preguntarse si dos organizaciones que deberían ser afines pero que a la hora de la verdad van cada una por su cuenta (RFEF y LFP), deberían de estar más pendientes de las resoluciones de las autoridades sanitarias y no dejarse llevar por el nombre y los apellidos de los clubes.
La salud es lo primordial pero los criterios deben de ser cristalinos. Para el aficionado común empieza a crecer la sensación de que el Racing aparca la competición por cierto temor a perder el tren del ascenso y frenar los buenos resultados del Dépor. Jugar un miércoles en Riazor en lugar de un domingo con las gradas llenas, perjudica al equipo local. Esperemos que se solvente este desbarajuste con una victoria coruñesa y que, de alguna manera, sentencie el ascenso.