El pasado lunes llegaba a las distintas redacciones periodísticas, la carta de despedida del, hasta ese momento, ‘propietario’ de la capitanía deportivista, Álex Bergantiños. A sus 38 años, dejaba de vestir, como futbolista, la camiseta blanquiazul y ponía fin a un largo ciclo lleno de alegrías y decepciones.
Utilizando la bola de cristal, remarcaría dos puntos simbólicos en su recorrido. El positivo, dejando al margen el primer estreno con la camiseta del Deportivo, apostaría por el empate logrado ante el Barcelona de Messi, en el Camp Nou y que significaba la permanencia en Primera División. La negativa, la centraría en toda la vivencia que llevó al equipo al descenso a las catacumbas clasificatorias y donde aún permanece. Dos acontecimientos que estoy seguro, perduran en su ‘retina’.
Se rumorea que entrará en el futuro Consejo de Administración de la Entidad. Desconozco su capacidad para moverse entre despachos, para eso también hay que valer, pero de lo que estoy bien seguro, es que por intensidad no va a quedar en todas sus actuaciones.
Con buen sentido, a pesar del vacío existente, el Club propuso que el reconocimiento a su insigne trayectoria, fuese reconocida en la disputa de la nueva edición del Teresa Herrera. Pues nada, desde este ‘recuncho’ literario, me uno a tan significado acto, pues considero que los mismos, potencian el sentimiento de permanencia hacia unos colores. Esperemos que en sus nuevas responsabilidades logre transmitir, a su entorno, todos aquellos valores que fue absorbiendo a lo largo de estos años.
Particularmente, le recomiendo la pasión como eje central. Devolver ese adjetivo a un Consejo de Administración que desde hace tiempo, lo borró de sus premisas. También, sería interesante que mantuviera alguna que otra charla con el señor Lendoiro, pero sólo en apartado del trabajo entre bambalinas, nada de temas económicos, esto le vendría como agua de mayo. Suerte Álex, que paralelamente será la del propio RC Deportivo. Un buen tipo.
Cambio de tercio. En el mundo del fútbol la salida y llegada de jugadores y técnicos es síntoma de reactivación. Cada final de campeonato, se abre un abanico de movimientos que permite recobrar nuevos aires y sensaciones. Se suele decir que es la salsa de este deporte. Pero centrándome en Laliga, veo cómo poco a poco se va perdiendo ‘caché’. A las salidas de Cristiano, Messi… Añadimos, ahora, las de Benzema, Busquets o Jordi Alba… En contrapartida, no se están incorporando nuevos iconos que potencien la competición. El fútbol español se encuentra en un ‘bucle’ de crispación y malos rollos, que impide recuperar jerarquía. Será la crisis económica que vivimos o la falta de gestores adecuados, pero faltan reclamos que tiren del espectáculo. La posible llegada de Mbappé podría ser la punta de lanza para revertir la situación. Pero hay otro punto que considero más trascendental, que no es otro que la fiscalidad. Aquí jugamos con una adversidad enorme con respecto a otras ligas y países, haciendo que las diferencias salariales cambien mucho en cuanto a beneficio. Ya se sabe que la ‘pela’ es la ‘pela’.
Finalizo. ¿Qué les puedo trasladar a todos ustedes sobre este Deportivo que no sepan? Comienza una nueva etapa, por lo que hay que dejar hacer y posteriormente, analizar los movimientos. Siempre fui de la idea de que en casa (Galicia) hay gente muy competente para asumir responsabilidades, pero si los que vienen de fuera, lo hacen para sentar cátedra y nos lleven, en volandas, hacia el éxito, bienvenidos sean.
Como siempre un placer.