VViendo las cifras que se están moviendo en el mercado futbolístico internacional, uno queda “abraiado” de tal disparate. Dejando al margen el “cachondeo” Mbappe, la apertura de las ligas árabes, propicia un reguero de cifras que superan cualquier razonamiento de acuerdo con la realidad. Se habla de cientos de millones como si de lentejas se tratase. Los Cristiano, Benzema, Neymar y demás secundarios, gestionan sus capitales como cualquier entidad financiera al uso.
Pero no queda ahí la cuestión, esos mismos dirigentes árabes, acompañados de grupos de inversión, saltan en Gran Bretaña cualquier parámetro establecido en cuanto a economía de fichajes. El pasado lunes, sin ir más lejos, se confirmaba la noticia de que el ecuatoriano Moisés Carcedo, hacía la travesía desde el Brighton hasta el Chelsea por “sólo” 133 millones de euros. Con todos los respetos para el “muchacho”, yo dejaría caer una pregunta: ¿Con quién empató este chaval?.
Podemos criticar al “amigo” Tebas por sus innumerables desmadres en cuanto a gestión, pero en este tema de gasto, la Liga marca estrictamente los controles y nadie se puede tirar a la piscina. Que se lo digan a Barcelona o Betis que andan en el alambre buscando soluciones para poder inscribir los jugadores fichados.
Pero lo más triste de todo eso, es que con el paso del tiempo nos vamos dando cuenta que las cartas marcadas cada vez son más selectivas y propician un distanciamiento mayor entre unos y otros. Lo que sigue siendo irreversible, es que los campeonatos sólo los gana el campeón y los demás, a pesar de toda esta locura de inversión, quedarán a rebufo.
Cambio de tercio. La FEF en un acto de suprema deferencia hacia la ciudadanía, retrasa el partido inaugural en Riazor entre el Deportivo y el Rayo Majadahonda una hora, su argumento se basa en garantizar la salud de los deportistas, árbitros y espectadores ante las altas temperaturas. Bueno, bueno, bueno, la verdad es que lo bordaron. Sinceramente yo creo que nos toman por tontos.
Punto y aparte. En mi largo peregrinar por el mundo del deporte, me encontré con innumerables anécdotas e incidencias que me permitieron ir rellenando el zurrón de la experiencia. Por ello me gustaría resaltar un apunte que no me pasó desapercibido. El pasado sábado estando por los campos de A Torre me quedé a presenciar un partido de carácter amistoso entre el Montañeros y el Eume de categoría cadete. Choque típico de pretemporada para poder compenetrar jugadores y ver a los que están a prueba. Pues queridos lectores… minutos previos a iniciarse, todo saltó por los aires. El colegiado, pueda tener o no razón en su particular argumentación, inició un show digno de un espectáculo circense. Siempre entendí que el deporte debía ser un medio para unir valores y un colegiado, aparte de aportar justicia, utilizar sus recursos para llevar a buen puerto cualquier acto de esta índole. Pues no, aquí fue todo lo contrario. Desde la previa se tomo el camino equivocado, generando una crispación fuera de lugar. Me dió lastima la persona que iba vestida con la indumentaria arbitral, amparándose en su autoridad, propició desasosiego y sobre todo un mal sabor de boca a todos los presentes. Quisiera pensar que todo se debió por pasar una mala noche y un horrible despertar.
Un apunte para casa Depor. No sería porque no estuviesen avisados, pero entiendo que el tema del alta de socios y de las renovaciones, debería tener otro seguimiento. Los problemas siempre los pagan los mismos.
Finalizo con la satisfacción de la clasificación de la selección nacional de fútbol femenino para disputar la final del campeonato del mundo. Aquí quisiera dejar constancia de dos apuntes. El primero para el técnico Ángel Vilda que supo mantener su capacidad por encima de los intentos de linchamiento que sufrió. El otro para la reivindicativa Vero Boquete, menos mal que no se utilizó su “sapiencia”, ejemplo de nada.
Como siempre un placer.