Le ha cogido el gusto el Victoria a la Copa de A Coruña, y por segunda temporada consecutiva buscará el título en Riazor. Lo logró tras un trabajado triunfo frente al Club do Mar de Caión, que vendió cara su piel, pero que terminó sucumbiendo ante el gol del extremo Jorge Otero y la falta de acierto en sus ocasiones.

Una de las grandes novedades que presentó Miguel Taibo fue la de Sergio Rodríguez como central, dejando en los laterales a Plaza e Iván Mandayo. Este último jugó con una máscara, ya que reaparecía tras la lesión que sufrió hace un par de meses en el tabique nasal. El zurdo Pedro Carpente, tocado, esperaba su oportunidad en el banquillo.
No pasó demasiado en la primera mitad, donde hubo la tensión lógica de una semifinal. Ninguno de los dos equipos quería regalar nada, por lo que apenas hubo ocasiones, pero sí tuvo una cada equipo con la que perfectamente podría haber cambiado el marcador.

El Club do Mar avisó con un disparo de Iago Feal ante el que tuvo que intervenir Álvaro, pero tuvo una mucho más clara cuando en una jugada embarullada el balón terminó en el larguero. Se salvó el Victoria, que tan sólo unos minutos después rozó el tanto con un centro de Iván Mandayo al primer palo que estuvo a punto de introducir Isma Martínez en su propia portería. Por suerte para los locales, Adrián Rama estaba muy atento y mandó el balón a saque de esquina. De ahí al descanso, amarillas para Garrote y Xabi Souto, y un amago de tangana.

El Victoria había tenido profundidad por banda derecha, pero le faltaba algo por izquierda. Por ello entró Pedro Carpente, que a los cinco minutos del segundo tiempo recibió en su costado un balón de una jugada que había iniciado Otero, quien apareció en el segundo palo para marcar con un certero toque sin dejarla botar.

Trató de responder inmediatamente el Caión, pero Diego Martínez remató demasiado alto un cuero que le quedó demasiado alto.

Tras el gol, los jugadores de las ‘cebras’ interpretaron bien el partido y tuvieron la suficiente precisión como para que pasaran un buen puñado de minutos con el conjunto local cometiendo demasiadas faltas y sin ser capaz de acercarse al área.

Tramo final

Pero obviamente nadie regala nada y los últimos minutos iban a ser sufridos para el conjunto herculino. Dani Sánchez, técnico local, dio entrada a Toti y Totó, y su equipo se lanzó definitivamente a por el empate. Los centrales del Victoria tenían que achicar algún que otro balón, y en una de esas Sergio Rodríguez estuvo providencial al corte de un centro.

Totó, muy activo, recibió un buen taconazo de Garrote y se quedó cerca de marcar en un tiro desde el pico izquierdo del área que salió rozando el palo.

También fue de vital importancia el papel del guardameta Álvaro, que sacó disparos peligrosos del propio Totó y Lucho, otra de las incorporaciones para el último tramo.
Mientras tanto, el Victoria tampoco renunciaba a las contras, intentando explotar la velocidad de Pedro Carpente o la habilidad de Benito, que en una jugada individual llegó a regatear al portero pero se quedó sin ángulo para definir.

Lo intentó hasta el final el Caión, con balones al área, pero no logró el empate y el Victoria vuelve a Riazor.