Si alguien estuvo cerca de llevarse los tres puntos en Visma, ese fue el Montañeros, pero por los condicionantes de la segunda mitad, dónde dispusieron de superioridad numérica, el conjunto coruñés termina esta jornada con una sensación más agria que dulce. En la primera mitad no tradujo en premio su superioridad, y en la segunda se estrelló contra la ordenada defensa de As Pontes. Los de Jairo Arias se quedan con dos puntos y los de Pepe Mariño con siete.
El primer cuarto de hora mostró las intenciones del Montañeros, que quería mandar. Tuvo dos acercamientos: un disparo de Miguel Real que se marchó alto y un buen centro de Achore desde banda izquierda al que no pudo llegar Pape. Un Pape que sería un quebradero de cabeza para la zaga de As Pontes.
Desde su gol en el minuto 27 hasta el descanso protagonizó una exhibición de poderío físico. Potentes carreras, pero sobre todo una gran capacidad para imponerse en el juego aéreo. Samu o Roberto Suárez servían desde banda derecha, y el espigado ariete lo remataba absolutamente todo de cabeza. Sólo una vez obtuvo premio, por el buen hacer del portero Javi Pita, que en una de las ocasiones salvó el gol prácticamente sobre la línea.
El Montañeros, que mereció algún tanto más, vio además como en un despiste defensivo recibía el empate. Centro desde banda derecha de Criado, el balón se pasea por el área y Echavarri bate a Álex López con un disparo cruzado.
La alegría no le duró demasiado al jugador de As Pontes, que se fue expulsado en el minuto 45 por un plantillazo (ya tenía tarjeta amarilla).
Pintaba bien el panorama para el Montañeros, pero su segunda mitad no fue buena. As Pontes pasó a jugar con un 5-3-1, con ocho hombres por detrás del balón y sólo Rivera descolgado; algo a lo que no supo responder el conjunto violeta. La única ocasión a destacar fue para Jonathan Rodríguez, que no acertó a definir tras aparecer por sorpresa en el área en un centro.
Hubo tiempo para que As Pontes soñara con un mayor botín en algún balón parado, y también para las expulsiones de Álex Pérez y Vilela por decirle algo al árbitro, pero no para que se moviera el marcador.