El Leyma Basquet Coruña se anotó por 84-86 la montaña rusa disputada en Torrelavega, donde tuvo que ganar dos veces tras desperdiciar una renta máxima de 16 puntos, y además sobreponerse a un día terrible (18 de 37) desde la línea de 4.60 metros.

Como marca la tradición, los naranjas arrancaron con las sábanas pegadas y perdiendo balones, aunque al menos estuvieron bien atrás. Así, los cinco primeros minutos vivieron solamente 14 puntos (8-6). 

Alo Marín, con 3 triples en 3 intentos, lanzó al Estela (13-6) y obligó a Diego Epifanio a parar el partido. La entrada en pista de Jakovics, Diagne y Simeunovic despertó al Leyma, que minimizó daños al término del primer acto (20-16).

El alero serbio, que cerró el cuarto con dos libres, inició con canasta el segundo periodo. El anuncio de unos excelentes minutos suyos, y también del senegalés, sin rival en ataque, aunque con un inspirado par en defensa, el exnaranja Bulic (18 puntos antes del descanso y 19 más después). 

Mas el bosnio estuvo muy solo en este cuarto, donde Diagne siguió abusando en la pintura y Simeunovic convirtiendo los huecos en puntos. No convirtieron igual los visitantes desde el 4.60. El 2 de 6 de los 10 primeros minutos acabó en un  lamentable 8 de 20 al descanso. Aunque a las 6 pérdidas del inicio sumó solamente una y de un 1 de 6 en triples pasó a un 3 de 4. Así alcanzaron los visitantes la decena de renta (27-37), a la que los hombres de David Mangas le limarían 3 puntos antes de enfilar los vestuarios.

Del cielo a la pesadilla

El parón no enfrió al Leyma, que inició la segunda mitad con un parcial de 0-5, ampliado rápidamente a 4-10. Y en este punto cometió Nwogbo una innecesaria antideportiva sobre Walter Junior. Sin consecuencias graves. 

Sí las tendría la segunda, de Diagne, al intentar cortar un contraataque, justo después de que su equipo alcanzara la que a la postre sería la mayor diferencia del encuentro (40-56). El Estela sacó 5 puntos de la imprudencia del senegalés. Punto de partida de un demoledor 17-2 que devolvió a los locales un mando que no tenían desde el 23-22.

Gran parte de culpa de la resurrección fue de Smith, que anotó en este cuarto sus únicos 11 puntos, antes de ser eliminado por faltas en los primeros compases del último periodo y con 66-65 en el electrónico.

El toma y daca continuó hasta el último minuto. El Leyma hizo un 0-5 cuando Mangas dio descanso a Bulic, momento también en que Alex Hernández ingresó por primera vez pista. Quedaban 6 minutos. Y el murciano se marcó un curso rápido: 5 puntos y 4 asistencias, todas a un Diagne que voló 4 veces sobre el aro local.

Aun así, los naranjas no mataron el partido porque siguieron errando libres. Uno Lundqvist para poner el 81-86 a 49 segundos y otro Barrueta, con 84-86 y sólo 2.7 segundos en el reloj. El rebote lo capturó Bulic, que con las prisas por cruzar la cancha perdió el balón.

Un triunfo sudado hasta la extenuación, con el que los naranjas amplían a dos el margen sobre sus perseguidores, Real Valladolid, Estudiantes, Lleida y Burgos, con cuatro partidos de fase regular por delante.