“Quien se haga con el fichaje de Álex Rodríguez desequilibrará la balanza”, insistía hace unos años Juan Copa, que siempre había tenido entre ceja y ceja hacerse con ese jugador de planta imponente, disparo endemoniado y alma de líder. Se le adelantó el Reus, que fue quien le convenció para abandonar su Voltregà de toda la vida. Pero había un componente emocional, un vínculo que le unía a Galicia en lo hockístico y en lo personal, que le hacían mirar hacia el Liceo y los deseos del entrenador coruñés se hicieron realidad en 2021, justo después de que el equipo ganase la Copa del Rey y a tiempo para que contribuyese a los de la Supercopa de España y la Liga. Solo pudo disfrutarle dos temporadas antes de que la morriña, la necesidad del apego familiar, le hicieran recorrer el camino de vuelta al hogar. Pero hoy vuelve a su otra casa (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.00 horas). Dos años fueron suficientes para hacerle un hueco al verdiblanco para siempre en su corazón. Y lo hace convertido en el pichichi de la Liga y en el salvador de su equipo, que contra todo pronóstico llega a Riazor ya salvado.
Y todo gracias a su impresionante esprint final, con 21 de sus 29 goles en la segunda vuelta, 23 en los cuatro meses de 2025 a pesar de que se perdió varios partidos. Como un héroe mitológico, casi un Hércules, apareció cuando el Voltregà más le necesitaba, con el equipo tan resquebrajado como el Oliveras de la Riba que será demolido por daños estructurales graves, y en alerta por lo que pasaba en la pista y fuera de ella después de episodios extradeportivos como una agresión de un aficionado a un jugador rival que incluso le obligó por sanción federativa a jugar en el exilio. En ese escenario, los de Sant Hipólit acabaron la primera vuelta colistas con solo 8 puntos.
Se reclutó a Arnau Canal, también ex del Liceo (son tres los de la plantilla blanquiazul, el tercero es Jordi Burgaya), cuyo fichaje por el Reus no acababa de convencer a ninguna de las dos partes. Aunque las malas noticias se acumulaban para el Voltregà y la plantilla perdió a su capitán Eric Vargas, víctima de un fuerte bolazo en la cara. La escena fue terrorífica. “Me desenganchó los pómulos de la mandíbula”, explicó en una entrevista en El Mundo en la que detalló que cinco placas fijan ahora la nariz y la mandíbula en su cara. Y pese a todo, con una máscara, ya lleva dos partidos volviéndose a sentar en el banquillo.
Así que era Álex o Álex el que tenía que coger las riendas. Con Oriol Codony dando un paso adelante en la portería. Con la consistencia de Gerard Teixidó y la aportación de Arnau Canal, de nuevo a su mejor nivel en casa. Pero sobre todo, con los goles de firma Rodríguez Dalmau. En la segunda vuelta solo se quedó sin marcar en un partido, contra el Sant Just. En el resto acudió a su cita. Uno contra el Barça; cuatro frente al Igualada; dos una semana después frente al Alpicat; uno ante el Caldes, a partir del que fue a doblete por partido: Reus, Vic y Alcoi. El culmen fueron los cinco de la semana pasada en la victoria contra el Lleida (6-5) que supuso certificar la permanencia matemáticamente. El Voltregà, con veinte puntos en la segunda vuelta, más del doble que en la primera, no solo había evitado las dos últimas plazas de descenso directo, sino también el playout. Un año más de un histórico en la OK Liga.
A Álex Rodríguez ese repóquer le sirvió además para ponerse al frente de la lista de goleadores de la Liga con 29 dianas (el resto del equipo ha marcado 33), con uno más que Martí Casas, del Reus, y tres por encima de los 26 del azulgrana Pablo Álvarez, que está lesionado, por lo que la lucha por la bola de oro, que el del Voltregà ya ganó en 2021 en las filas del Reus, se centrará fundamentalmente entre los dos primeros. Por detrás ya viene Ferrán Font, también del Barça, todavía con opciones con sus 25, aunque no tiene un duelo precisamente propicio en la última jornada, contra el Reus, y el liceísta Arnau Xaus, ya más retrasado con 23.
Es de lo poco que estará en juego en el Palacio de Riazor, con un Liceo ya segundo en el cierre de la fase regular, aunque esperando rival para los cuartos de final de los playoffs: Lleida, Noia o Calafell. También recuperar el orgullo después de la dura derrota por 8-2 de la semana pasada en Reus. Juan Copa dejará en la grada a Bruno Saavedra, el descarte obligado que tiene que hacer el técnico una vez que ya tiene a toda la plantilla a su disposición. Después tocará volver a parar, porque la próxima semana la competición se toma un descanso mientras se disputa la final a cuatro de la Champions, antes de que el 17 de mayo comience la lucha por el título.
El club verdiblanco recuerda asimismo que por obras en el Palacio de los Deportes de Riazor el acceso al recinto será sólo por las puertas 4 y 6, las que están frente a la explanada, por lo que la grada del interior, la que está pegada al estadio de fútbol, permanecerá cerrada. Los alumnos del colegio Liceo la Paz de todas las edades así como los menores de 12 años con licencia federativa en vigor, como siempre, entrarán de forma gratuita, igual que socios y abonados; las entradas, con un coste de 7 euros, estarán a la venta en taquilla y en Cluber.