Sigue el Racing dando pasos hacia una consolidación en la categoría de bronce que ya le hace ser octava en la tabla clasificatoria. La victoria lograda ayer sobre el filial del Getafe es el segunda que obtiene de forma consecutiva –y la tercera en los cuatro últimos partidos.
El temporal meteorológico que se registraba a la hora del partido fue similar al protagonizado por el Racing en los primeros minutos del partido. Ya fuese que su adaptación a las condiciones en las que se jugó el encuentro fuese mayor o que su plan de partido fuese mejor, lo cierto es que el cuadro verde abrumó a su rival en los primeros minutos. Y, aunque pudo adelantarse ya con una ocasión de Armental, no fue hasta poco después de jugados diez minutos cuando logró su primer tanto, cuando Joselu remachó a la red un disparo anterior de Joselu.
El Getafe B apenas se acercó a la portería rival, mientras que el cuadro verde sí que tuvo alguna ocasión –en especial un mano a mano de Joselu con el portero visitante que no acertó a convertir– para aumentar la renta y dejar el partido encarrilado de cara a la segunda parte del enfrentamiento y no pasar demasiados apuros.
El arranque de la segunda parte, como el de la primera, dejó ver a un Racing superior que, además, volvió a encontrar el gol. Incluso antes de lo que lo había hecho en el inicio del partido. Fue en un balón prolongado por Juan Antonio con la cabeza –uno de los muchos que peinó a lo largo del partido– a la posición de Villarejo, cuya internada por la izquierda se resolvió con un pase que, tras varios toques, acabó con el remate de Joselu al fondo de las mallas del Getafe B.
Sentencia
Este tanto motivó que, más por corazón que por argumentos, el cuadro del sur de Madrid se estirase hacia la portería contraria. Eso provocó que el partido se “rompiese” y que las llegadas a las dos porterías fuesen más o menos constantes. En una de ellas –una acción a balón parado–, Bruno Rivada remachó en boca de gol un balón suelto tras el disparo de Fer Beltrán. Y a los pocos minutos el visitante Hugo Duro resolvió por bajo una acción ofensiva del cuadro getafense.
Pero este tanto no sembró la intranquilidad en el equipo ferrolano ni en su entorno. Al contrario, no hubo incertidumbre en un tramo final del partido que, además, vio cómo el filial del Getafe se que intentos del cuadro visitante –el más claro fue un golpe franco que Miranda estrelló en el poste en la última jugada del encuentro–, el Racing no sufrió para mantener su ventaja y conseguir una victoria, sobre todo, tranquilizadora y que le hace asentarse un poco más en la liga.
