Juan Riveiro: “Vamos a conseguir la salvación porque somos un equipo con mucha fe”
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Juan Riveiro: “Vamos a conseguir la salvación porque somos un equipo con mucha fe”

Juan Riveiro: “Vamos a conseguir la salvación porque somos un equipo con mucha fe”
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No tiene pelos en la lengua. Rebosa sinceridad y, aunque le ha podido costar algún que otro problema, es una persona y un entrenador auténtico. Juan Riveiro es uno de los héroes que han hecho posible que el Paiosaco ascendiese a Tercera División y que camine hacia la permanencia.

Cinco jornadas para el final. ¿Cómo llega el Paiosaco?

Estuvimos mal a nivel físico hace un par de meses porque tuvimos muchas bajas. En cuatro jornadas no pudimos completar las convocatorias con futbolistas útiles y en Porriño, en nuestra derrota más dolorosa y que no debe servir de excusa, teníamos trece jugadores. A día de hoy, creo que llegamos en un muy buen momento de forma a este tramo de la temporada.

¿Tiene que controlar las cargas en los entrenamientos estas últimas semanas?

No, nuestra forma de entrenar se basa en tareas con balón y jugadas. A veces, tenemos que acortar los ejercicios que estamos haciendo o los espacios porque algunos futbolistas trabajan en exceso. En cambio, responden muy mal a los trabajos tradicionales de preparación física. Lo interpretan como un castigo y, por tanto, no resulta positivo. Entiendo que si el entrenamiento no se hace con la intensidad adecuada, los ejercicios solo sirven para acumular cansancio y no para mejorar. A otros equipos les puede funcionar, pero a nosotros no y desde hace unos años hemos tenido que cambiar esa dinámica.

¿Cómo está su equipo a nivel anímico?

Hay una parte positiva: la victoria ante el Laracha, el rival por antonomasia del Paiosaco, ha reforzado muchísimo al equipo tanto por los tres puntos como por la forma en la que los conseguimos, remontando un 0-1. Por otra parte, creo que nos está pesando la responsabilidad en los enfrentamientos directos ante equipos que también pelean por la permanencia y, sobre todo, nos pasa en las primeras partes. Hay momentos de los partidos, cuando se vuelven muy tensos, en los que nos cuesta mantener el nivel. Les he dicho a mis jugadores que, por ahora, el Paiosaco es un equipo invitado en Tercera y, si conseguimos la salvación, la próxima temporada sí podríamos decir que somos un equipo de Tercera División. Sigue siendo fútbol pero hay muchos aspectos que no tienen nada que ver con la Preferente.

¿Por qué ofrece diferentes caras el Paiosaco en las primeras y en las segundas partes?

En buena medida, por mi culpa. Una de las ventajas de estar cuatro años en el mismo equipo es que muchos conceptos ya están asimilados y hago las correcciones más importantes en los descansos. Ya en Preferente éramos un equipo acostumbrado a remontar y en los descansos incidimos en mentalizar a los futbolistas de que se puede dar la vuelta al marcador. Aún estando 2-0 por debajo, somos capaces de levantar un partido. El equipo se ‘automotiva’ porque ha remontado muchos veces y, al final, todos creemos que se puede conseguir.

Muchos entrenadores que llegan a los equipos cerca del final de la liga dicen que es más importante el trabajo motivacional y anímico que el físico y el táctico.

No estoy de acuerdo. A nivel fisiológico y metabólico hay que respetar unos tiempos y nadie va a llegar a un equipo con un varita mágica y hacer que los futbolistas corran más, pero a nivel táctico se pueden corregir aspectos. Si los jugadores dominan los fundamentos tácticos, mecanizar un sistema o una forma de jugar diferente no es tan difícil. Hacer que funcione y que haga imponerte a muchos rivales y ganar partidos lleva su tiempo. Entiendo que si se ficha a un entrenador en las últimas jornadas es para cambiar aspectos de un equipo y para no seguir con la misma dinámica porque, si fuese tan sencillo y solo se necesitase motivación, se ficharía a un animador o a un psicólogo.

El trabajo de un entrenador no se puede reducir solo al aspecto motivacional

¿Cuál debe ser la misión de un entrenador en esas circunstancias?

El trabajo de un entrenador no se puede reducir solo al aspecto motivacional sino a ponerle un sello propio al equipo que dirige. Puede que la línea defensiva estuviese muy retrasada, al entrenador que llega le gusta más adelantada y, por tanto, el equipo debe manejar el espacio que deja en la espalda. Requiere mucho trabajo y se van a cometer errores ya que, si se ficha a un entrenador porque el equipo iba mal, es porque había fallos.

¿Qué aspectos tocará con su equipo de cara a los cinco últimos partidos?

Tenemos un plan de partido claro contra el Villalbés y el lunes ya empezamos a trabajar sobre ello. Vi los vídeos de sus dos últimos encuentros y todo el trabajo va a ser táctico preparando el partido con planes alternativos por si nos ponemos por delante o por si lo hace el Villalbés. En todas las jornadas, el Paiosaco tiene un plan que puede ser muy parecido al de otra jornada o completamente diferente.

Sus onces iniciales son casi siempre impredecibles.

Siempre trato de buscar a los jugadores que creo que pueden minimizar las virtudes del rival o de hacerle más daño.

De los cinco que restan, ¿cuáles son los encuentros más importantes para el Paiosaco?

Los dos que tenemos en esta jornada y en la siguiente son los más importantes. Los tres últimos son contra Somozas, Ourense CF y Polvorín, que están en la mitad de la tabla y no se juega mucho. A priori sería más factible puntuar contra ellos, pero no podemos dejarlo todo para esas tres últimas jornadas porque pueden pasar muchas cosas hasta entonces. Si de los partidos contra Villalbés y Ribadumia no ganamos al menos uno, se nos va a poner todo muy, muy complicado. Y si tengo que elegir, prefiero ganar al Ribadumia.

Mi primera preocupación esta temporada era dejar a cuatro equipos por debajo

¿Ha echado cuentas?

Mi primera preocupación esta temporada era dejar a cuatro equipos por debajo. Antes teníamos que salir de los cuatro últimos puestos y desde hace dos semanas defendemos el puesto en el que estamos. En estas últimas jornadas hay que jugar con pequeños aspectos porque pueden ser muy importantes.

A principio de temporada, ¿firmaría estar a estas alturas en la posición que ocupa el Paiosaco?

Sin ninguna duda. Tenía claro que iba a ser muy difícil a pesar de la puntuación que hicimos en la primera vuelta. En el mercado de invierno no fichamos a ningún futbolista y, por ejemplo, el Céltiga incorporó a cinco jugadores –alguno de ellos de Segunda B–, el Arenteiro a tres desde la llegada de Gelucho... Todos los equipos se reforzaron y nosotros lo intentamos pero no pudimos por cuestiones económicas. Nuestro único fichaje llegó hace unas semanas y es juvenil de segundo año.

¿Por qué va a conseguir la permanencia el Paiosaco?

Por creer. Somos un equipo con muchísima fe y el grupo humano es increíble. Cuando llegué, me encontré un equipo muy competitivo y ha mejorado en ese aspecto año tras año. A estas alturas de la temporada, el Paiosaco compite contra cualquier rival independientemente del resultado.

Los equipos de Tercera no pueden hacer nada por evitar que haya arrastres por los gallegos que bajan de Segunda B.

Tenemos que asumirlo. Nuestro primer objetivo es conseguir 45 puntos y a falta de cinco jornadas estamos en ‘-7’. El segundo era dejar a cuatro equipos por debajo y por ahora lo estamos cumpliendo. Si desciende el Rápido y terminamos sextos por la cola, no podremos hacer nada pero tenemos el cartucho de un posible ascenso a Segunda B.

¿Necesitará el Paiosaco que ascienda un gallego a Segunda B?

Espero que no, pero me alegraría muchísimo. Creo que el Racing, por ciudad e historia, no está en la categoría que le corresponde. El Compos ya mereció el ascenso la temporada pasada. Y me alegraría mucho de que ascendiese el Bergan porque creo que Miguel está haciendo un buen trabajo y el club se lo está currando con cosas muchos interesantes y se merece probar esa categoría de nuevo.

¿Hace alguna promesa si consigue la permanencia?

Si lo conseguimos, sé que los chavales me van a hacer algo, pero que no me rapen el pelo que ya tengo poco.

Bendita presión la de jugar por un ascenso

¿Cuesta cambiar el objetivo de pelear por el ascenso la pasada temporada a hacerlo por la salvación en esta?

Bendita presión la de jugar por un ascenso. Esta es mucho más jodida. Aunque le ganamos al Racing y empatamos contra el Compostela, sé que de diez enfrentamientos vamos a perder ocho o nueve. La realidad es que hay mucha diferencia de nivel pero el fútbol es uno de los pocos deportes en los que en un partido se puede igualar todo y si el equipo tiene fe y cree, se pueden dar situaciones como las que hemos vivido esta temporada. Pero a lo largo de 38 jornadas está escrito que ellos van a estar arriba y nosotros abajo.

¿Es esta Tercera más exigente de lo que creía?

Antes de acabar la primera vuelta nos pusimos con 24 puntos. Solo nos quedaban 21, pero éramos conscientes de que en la segunda vuelta iba a ser muy difícil y así lo estamos comprobando.

¿Es un milagro que el Paiosaco esté en Tercera División compitiendo de esta manera?

Cuando viajamos para jugar los partidos de visitante le comento muchas veces al ‘presi’: mira lo que es Paiosaco y vamos a jugar a O Carballiño, a Vilagarcía, a Carballo... Con todos mis respetos, Paiosaco es una aldea y si estamos compitiendo con todos esos núcleos de población será porque algo estamos haciendo bien.

A nivel de juego, ¿está contento con lo que ha hecho su equipo hasta ahora?

Estoy descontento con los primeros partidos. Tuvimos un calendario muy bonito para jugar pero, desde el punto de vista del entrenador, muy exigente nada más empezar la temporada. Fue enfrentarnos a Real Madrid, Barcelona y Atlético en jornadas consecutivas.

Al Real Madrid le ganaron.

Es cierto, pero lo más llamativo de ese partido fue el golazo de Pablo Rey de falta por toda la escuadra. Al ver eso, pensé: ¿dónde tengo yo a uno como ese?

¿Esperaba mejor nivel de alguno de tus futbolistas?

Ninguno me ha defraudado y muchos han rendido a un nivel más alto de lo que yo esperaba. Uno de ellos se come la cabeza en exceso y se ‘autosugestiona’ pero nos aporta lo que yo realmente estaba buscando. Otro es Jesús, al que fiché como delantero, no ha marcado ni un solo gol pero él sabe que puede renovar cuando quiera porque estoy muy contento con su rendimiento. Habrá quien piense ‘vaya entrenador que quiere a un delantero que no marca goles’ pero nos aporta muchísimas cosas y tiene muchas posibilidades de ser futbolista.  

El máximo goleador del Paiosaco ha marcado siete.

La temporada pasada ascendimos y nuestro máximo goleador, Iván Amor, marcó once. Somos un equipo muy coral en ese aspecto. Nunca hemos tenido un goleador nato porque no nos podemos permitir a futbolistas como Rubén Rivera, Joselu, Pablo Rey, Escobar... Tenemos que utilizar otras armas como, por ejemplo, la estrategia, que es muy importante para nosotros porque a balón parado todo se iguala.

¿Cuánto tiempo le dedica su equipo a trabajar las acciones a balón parado?

Todos los viernes trabajamos la estrategia. A los jugadores no les gusta pero tiene que ser. Si estuviésemos en otro equipo a lo mejor no las trabajaría con tanta frecuencia si pudiese solucionar los partidos de otra manera. En un equipo como el Paiosaco, el tiempo es súper importante y no se puede desechar nada.

¿Aburre ese tipo de trabajo al futbolista?

Para mí es una falta de educación deportiva por parte del futbolista porque es un aspecto de rendimiento que se puede trabajar y que de alguna manera se puede mecanizar. ¿Por qué lo voy a desechar como entrenador? A veces las hacemos durante un partidillo y lo paramos para hacer una de estas jugadas en un momento determinado. Otras veces son entrenamientos específicos, sobre todo cuando hacemos alguna nueva y practicamos hasta que salga. Y en otras ocasiones es sencillamente repetir lo que ya sabemos hacer de un lado y del otro con distintos sacadores. En la preparación física hemos comprobado que los trabajos analíticos y directivos no les gustan porque el rendimiento no es bueno y lo hacemos de otra manera, pero el balón parado, como otros aspectos, no se puede negociar.

¿Es más difícil marcar a balón parado en Tercera que en Preferente?

Me ha costado adaptarme a la categoría. Conseguimos vídeos de equipos contrarios, algo muy importante para mí, y puedo ver, por ejemplo, cómo defienden el balón parado los equipos. Preparando el partido de esta semana vi el Villalbés-Alondras y el Alondras mete nueve futbolistas en zona. Para atacar eso... Puedo sacar conclusiones de los rivales pero ellos también de nuestro equipo. Tenemos una falta ensayada con la que marcamos la primera vez que la ejecutamos y la segunda vez que la hicimos, quince días después, casi nos marcan a nosotros porque el rival estaba esperando esa misma jugada. En esta categoría, los cuerpos técnicos, y también el arbitraje, dan un salto importante respecto a la Preferente.

El Paiosaco, un recién ascendido, es un equipo que no arriesga en exceso pero, ¿cuál es estilo futbolístico que le gusta a Juan Riveiro?

El otro (risas). En el primer entrenamiento con el Paiosaco paré el partidillo que estábamos haciendo y le pregunté a un futbolista: ¿qué haces, a dónde vas? Su respuesta fue: é que este é o meu. Me giré y le dije a Jesús (su segundo entrenador): mi madre, el trabajo que nos espera aquí. Yo llegué al Paiosaco después de trece años en el Deportivo, donde los equipos eran dueños de la pelota, les gustaba la posesión, buscaban ganar los partidos a través del balón y no de contrarrestar al rival. Es la idea todos los equipos del Depor y la de todos los equipos de base de clubes profesionales porque tiene que ser así y cuando firmé por el Paiosaco tuve que cambiar muchas cosas.

¿Qué equipos le gustan de la Tercera División?

A mí me gusta mucho más el fútbol que hacen el Choco y el Compostela que el que está basado en futbolistas. Prefiero el juego de aspectos colectivos, aunque hacen falta buenos jugadores para llevarlo a cabo. En esta categoría hay equipos que ganan porque tienen grandes futbolistas y es muy respetable, ojalá los tuviese yo. Aunque a algunos les puede llegar para ganar la liga, creo que con los buenos jugadores se pueden hacer más cosas y, como entrenador, pienso que me falta algo.

¿Entrenador formador o entrenador de competición?

Yo creo en la formación y un entrenador formador puede llegar a ser un entrenador competitivo pero un entrenador competitivo nunca va a llegar a ser un entrenador formador, que se rompe la cabeza con su equipo, que le encuentre nuevas posiciones a sus futbolistas. Un entrenador competitivo echa al jugador no que le sirve y ficha a otro. A mí me duele hacer un cambio para perder tiempo siendo entrenador del Paiosaco. Si lo fuese de un equipo de Primera no lo dudaría ni un momento.

¿Qué equipo va a ganar la liga?

Creo que el Racing de Ferrol porque se ha sobrepuesto al momento malo de la temporada y sigue de primero. Hay que valorar que ha tenido muchísimas bajas pero su once inicial es el mejor de la liga y sus jugadores están acostumbrados a ser titular, a jugar 90 minutos y los 38 partidos de liga.

¿Por qué no juega el Paiosaco como a usted le gusta?

Voy a poner un ejemplo. En un entrenamiento de esta semana sacamos el balón de un lado y uno de mis jugadores me preguntó: ¿por qué no puedo darle el balón al que está adelantado? Mi respuesta fue: no, dáselo al que está retrasado. Si estuviese en otro equipo en el que supiese que ese jugador, de diez pases solo fallaría dos, podría decirle: dáselo al que está adelantado. Si en este caso, de diez pases, mi jugador va a fallar cinco, prefiero no asumir ese riesgo y que el balón vaya al jugador retrasado aunque perdamos iniciativa en el juego. Nos harán falta dos pases y no uno para llegar al mismo jugador, pero habrá más seguridad. Yo soy de los otros pero la vida me ha colocado aquí. Muchos de estos jugadores nunca habían estado en Tercera División y estoy muy orgulloso de su rendimiento porque han competido siempre y muchos de ellos han mejorado.

Creo que un entrenador debe valorar si el rendimiento que va a conseguir con determinados planteamientos le va a hacer ganar partidos

Desde el punto de vista del entrenador, ¿cuesta prescindir del balón?

Es acostumbrarse. Llevo cuatro años aquí y lo asumo. Yo no camino sobre las aguas. Creo que un entrenador debe valorar si el rendimiento que va a conseguir con determinados planteamientos le va a hacer ganar partidos.

¿Se puede dominar sin tener la pelota?

Sí, lo tengo clarísimo. Desde que llegué al Paiosaco, estoy haciendo un máster en dominio de partidos sin tener el balón y lo hemos hecho en más de un partido. Se debe asumir que es muy arriesgado porque, por ejemplo, no podemos decir nada del primer gol que nos hizo el Compos en San Lázaro saliendo desde atrás haciendo cuatro paredes. Fuimos nosotros los que les dimos esa opción porque a lo mejor no habrían salido tan cómodos si les hubiésemos presionado más arriba, pero la realidad es que en esta categoría ese tipo de jugadas las pueden hacer el Compostela, el Choco y el Arosa si tiene un día lúcido y ninguno más.

¿Cómo se consigue dominar sin el balón?

Hay dos aspectos fundamentales para conseguirlo: eficacia en el contraataque y que el futbolista se mentalice de que va a estar mucho tiempo sin tocar el balón.

¿Qué es ser eficaz en el contraataque?

A mis jugadores les digo que ser eficaces en el contraataque no es hacer un gol cada vez que robamos un balón. Significa hacer miedo cada vez que recuperamos la pelota y miedo es centrar, poner el balón en el área, que el delantero remate fuera y eso, psicológicamente, hará que el rival baje su rendimiento y que se plantee ciertas acciones después de nuestras contras como pensar si dar un pase del que antes no tendría dudas. Ese medio segundo de duda nos puede dar chance para poder robar el balón.

¿Cómo se mentaliza a un futbolista para que esté muchos minutos sin entrar en contacto con la pelota?

Diego, entrenador del Juvenil A del Ural, lo hizo esta temporada. He escuchado en alguna ocasión que ese equipo jugaba como los romanos, pero la gente no debe darse cuenta de lo difícil que es convencer a once jugadores para que hagan eso. Además, al Ural le ha funcionado y ha sido mucho más fácil convencer a los futbolistas. Podría ser diferente si le hubiese salido mal en las cinco primeras jornadas, pero el trabajo se reflejaba en los partidos, cuando se veía la disciplina con la que un interior iba a presionar al lateral del equipo contrario, jugaba el balón y volvía corriendo otra vez a la ‘tortuga de romanos’ que he escuchado en alguna ocasión y que yo no comparto para nada porque sé que conseguir eso es la h… Pasar quince minutos sin ver el balón contra el Compostela y decir a los jugadores que estén tranquilos, que no salgan y mantengan la formación para no conceder espacios interiores al rival y que, cada vez que recuperemos la pelota, no juguemos hacia nuestro portero e intentemos meter medio al contrario es muy complicado. Tratar de contraatacar con peligro es fundamental porque si no el rival acabará totalmente encima de ti y matándote y porque es imposible jugar 90 minutos colgado del larguero.

¿Por qué tampoco asumió el control de los partidos con el balón cuando era un equipo favorito en Preferente?

Porque teníamos una idea muy clara de cómo queríamos jugar. Nos cuesta mucho asumir con balón porque, desde mi punto de vista, para poder hacerlo, la pelota tiene que salir muy limpia de la línea defensiva y nosotros tenemos problemas en ese aspecto. Para darle un pase a un mediocentro que se ofrece, hay que hacerlo en el medio segundo que está orientado y no en el segundo 5 porque si no lo encimarán y tendrá que volver a jugar para atrás con un rival persiguiendo la pelota porque sabe hacia dónde irá el balón. Al final, la jugada acabará en el portero mandando la pelota al quinto infierno. Además, asumir con el balón cuesta mucho más en una situación como en la que estamos porque cada partido es una final. Para poder llevarlo a cabo, el jugador debe estar tranquilo y confiar en sus posibilidades. Si la primera sale mal, en la segunda ya se busca a un jugador que corra.

Sus laterales o carrileros sí le pueden dar buena salida de balón.

Sí, nos podrían dar ese salida Bili o Pablo, pero es asumir mucho riesgo jugar con ellos de laterales en línea de cuatro porque a lo mejor defensivamente no son tan poderosos como otros futbolistas. Es una cuestión de equilibrio y de lo que realmente se puede hacer cuando reciben el balón los jugadores que están por delante. ¿Compensa asumir ese riesgo? Yo creo que no, pero el que me conoce desde hace años sabe que yo no soy un entrenador defensivo. Todo lo contrario. Es más, lo que más trabajo con el Paiosaco en los entrenamientos son aspectos ofensivos porque es lo que más nos cuesta. Muchas veces los jugadores preguntan: ¿por qué trabajamos tanto la salida de balón? La respuesta es: porque es lo que hacemos mal. Aunque en el partido solo dispongamos de diez minutos de acciones ofensivas claras y de ataque estático, hay que intentar aprovecharlos porque lo demás ya sabemos hacerlo.

Defender es una cuestión de actitud y de nueve o diez ideas. Atacar es mucho más complicado.

¿Es más fácil defender bien que atacar bien?

Defender es una cuestión de actitud y de nueve o diez ideas. Una vez que están en la cabeza, si el futbolista está centrado en defender, tiene mucho hecho. Atacar es mucho más complicado.

Como suele decirse, es más difícil construir que destruir.

Cierto. Una vez que se asimilan los conceptos defensivos, no son complicados de llevar a cabo fundamentalmente porque los jugadores de esta liga no se van a enfrentar a Messi o a Cristiano Ronaldo. El nivel entre futbolistas es más o menos parejo, sabiendo que hay unos 20 jugadores en la categoría que causan muchos problemas. Atacar es más difícil porque para un interior haga una buena acción tiene que controlar bien el balón y un buen control lo favorece un buen pase. Si, por ejemplo, Bilal hace un control orientado, tendrá mucha ventaja sobre el defensor, pero si el pase que va a recibir es malo y tiene que dar dos toques para controlar la pelota, tendrá al defensa muy cerca y a lo mejor ya no le permite ni que haga el segundo control. Cuando técnicamente hay limitaciones en la salida de balón, cuesta muchísimo más.

Se refería al Compostela y al Choco como equipos que sí pueden practicar ese tipo de fútbol. ¿Cuál es la diferencia de estos conjuntos respecto al Paiosaco?

Por ejemplo, el Compostela tiene en los laterales a Sergio Pereira y a Naveira, que tienen un pasado de muchos años en las categorías inferiores y tienen unos fundamentos técnico-tácticos increíbles que pueden ser los mismos que un futbolista de Primera División.

¿Exagera comparando a esos jugadores con futbolistas de Primera?

La diferencia entre un jugador de Primera y estos a los que me refiero puede estar en varios factores: si no es capaz de jugar concentrado 90 minutos, si no es capaz de asumir todo lo que le pide su entrenador, si arriesga aún diciéndole su entrenador que no haga una acción… Ese tipo de circunstancias hacen que los futbolistas no lleguen a Primera. Por aspectos técnico-tácticos muchos podrían llegar, pero no todos son Álex Bergantiños o Laure. No son futbolistas que rebosen virtudes pero están concentrados 90 minutos y 38 jornadas para temporada.

Tal vez lo más importante es que son futbolistas profesionales de lunes a domingo.

Esa es la historia. Los futbolistas tienen que entender que el trabajo se hace de lunes a viernes y lo que sucede el domingo es un reflejo de lo entrenado. Y eso hay que hacerlo durante diez meses, juegue o no juegue. Hay futbolistas que piensan que si no juegan, el entrenador no mira para ellos y eso es mentira. Probablemente no se dan cuenta de que entrenando al máximo y apretando harán que sus compañeros que jueguen den el 100%. Haciendo eso, en un momento determinado el míster se lo va a agradecer, al menos en mi caso. Vuelvo al caso de Jesús porque es un delicia verlo entrenar y contra el Laracha fue el primer partido que yendo convocado no jugó ni un minuto. Nadie se puede imaginar lo que me jodió. En el siguiente entrenamiento trabajó de forma espectacular, como en toda la temporada. Solo puedo decir que a este tipo de futbolistas los quiero conmigo siempre.

¿Es de los que piensa que hay jugadores de jueves y jugadores de domingo?

Sí, aunque yo no los tengo porque los míos son tremendamente competitivos y es el perfil de futbolista que se ficha en el Paiosaco porque es el que mejor se adapta a este equipo. Es cierto que hay jugadores que en los entrenamientos te dejan con la boca abierta y en los partidos no ofrecen ni la mitad de su nivel y en el minuto 20 es mejor sacarlos. También es cierto que hay jugadores que en los entrenamientos no se acercan ni a su 70% y los domingos son los que mejor compiten.

Le gustan el Compos y el Choco en el fútbol combinativo. ¿Y en lo que trata de hacer el Paiosaco?

A otro nivel, el que lo hacía muy bien era Mourinho pero hay que tener en cuenta los futbolistas que tenía en el Inter o en el Real Madrid. No es lo mismo darle el balón a Bili, que puede hacer mucho peligro en dos ocasiones de cada diez balones que le dan, que dárselo a Bale, que hará mucho peligro en seis o siete acciones.

Aquel Real Madrid tenía futbolistas que podían practicar otro estilo de juego.

Sí, pero a aquel equipo no le iba nada mal y no todos los entrenadores son Guardiola ni todos los equipos son el Barça. Los jugadores de aquel Real Madrid eran estrellas en sus selecciones y que se pusieran el mono de trabajo para jugar a la contra no es fácil de conseguir.

¿Es más ‘mourinhista’ que ‘guardiolista’?

No, si tuviese que inclinarme hacia un lado me inclinaría hacia el de Guardiola, aunque tampoco soy ‘guardiolista’, pero reconozco que hacer lo que hacía el Madrid implicaba trabajo. 

Se refería antes a que en el Paiosaco está haciendo un máster.

Tengo 49 años y llegué al Deportivo después de una temporada en el Laracha en la que jugamos fase de ascenso y ganamos la Copa de A Coruña y de otra en el Cerceda de Tercera División. Por cierto, el alcalde fue el único presidente que me ha echado hasta ahora, aunque no lo considero algo raro porque lo raro habría sido que no me hubiese echado.

¿Es otro mundo entrenar en el Deportivo?

Es una situación tan irreal como encantadora porque tener en mi a plantilla a 20 jugadores con muy buena materia prima, disciplinados tácticamente, abiertos al trabajo y con mentalidad de aprender y con muchas ganas es no lo habitual. En el Paiosaco volví a la realidad. Estos cuatro años me han enriquecido muchísimo como entrenador porque domino aspectos que antes no tenía tan claros porque no los trabaja.

¿Por qué no se trabaja diferentes estilos de juego en una cantera de club profesional?

Una de discusiones que tenía con mis compañeros del Deportivo cuando nos reuníamos para hablar de metodología…

¿Había metodología en el fútbol base del Depor antes de Fernando Vidal y Albert Gil?

Cuando llegaron al Depor los que cosieron el primer balón dijeron que no había metodología, lo que cual es completamente falso. La había y se revisaba cada dos años. Yo siempre eché en falta el trabajo del fútbol directo, algo que nunca se hacía en el Depor. Si estábamos construyendo futbolistas, el juego directo también forma parte del fútbol. Es importante formar a laterales que sepan salir por dentro y por fuera, que reciban orientados, pero también lo es que sepan hacer un desplazamiento de 40 metros paralelo a la línea de banda y con precisión. O que un interior se capaz de meter un balón en diagonal al primer delantero para que el otro juegue por detrás en la prolongación… Aspectos básicos del juego directo. ¿Por qué no se entrenaba eso? No teníamos que volvernos locos y se le podían dedicar dos sesiones al mes. A lo mejor no se iba a utilizar pero lo importante es tener los conceptos. En la última etapa, el entrenador del Juvenil A los tiene que introducir todos porque a veces no se dominan los partidos cuando se juega contra el Celta, el Racing, el Sporting… Lo que se pensaba era: ¿por qué perder una semana de trabajo cuando nos vamos a enfrentar al que equipo que está en el puesto 18 y vamos a dominar el partido por completo? El otro punto de vista es que en la cantera de un club profesional la misión es construir futbolistas y entrenar el juego directo también ayuda a llevarlo a cabo. Cuantos más fundamentos técnicos y tácticos tenga el jugador, más aprovechable será para un entrenador. Cuantos menos tenga, más limitado estará el trabajo colectivo con él.

Si no recibo una oferta que me atraiga más no tendré ningún problema en seguir

¿Seguirá en el Paiosaco la próxima temporada?

Siempre le digo lo mismo a los directivos: si no recibo una oferta que me atraiga más no tendré ningún problema en seguir y me da igual que el equipo esté en Tercera o Preferente la próxima temporada. Estoy tremendamente cómodo y, después de cuatro años en el club, más que el aspecto deportivo valoro otras cosas. Me dejan trabajar con muchísima libertad y tranquilidad, aunque reconozco que me gustaría poder aspirar a algo más que a mantener la categoría. Soy consciente de que el Paiosaco, por su situación económica, va a seguir teniendo el mismo objetivo y, con mucha suerte suerte, podremos no pasarlo mal y estar en mitad de la tabla.

No ha renovado pero está pensando ya en la próxima temporada.

Siempre lo hago y le he dicho al presidente que si algún día me marcho, dejaré el equipo prácticamente hecho. Como no podemos pagar 1.200 euros a un jugador, tenemos que utilizar otras armas en el mercado, como anticiparnos a otros clubes.

A los jugadores con los que habla de cara a la próxima campaña no puede ofrecerles una categoría.

Estamos en Tercera y les ofrezco Tercera División, pero en Preferente tampoco pasaría nada. Los jugadores jóvenes tienen que valorar si van a jugar o no y siempre les digo que pregunten si el entrenador que quiere ficharlos apuesta o no por la gente joven.

Los sistemas

Vamos a conseguir la salvación porque somos un equipo con mucha fe

El técnico verdiblanco ha utilizado dos dibujos en muchos partidos de esta temporada: 1-5-3-2 y 1-4-2-3-1.

¿Es el Paiosaco un equipo flexible tácticamente o, al menos, en cuanto al manejo de diferentes dibujos?

El 70% de la plantilla está conmigo desde el primer año y hay muy pocos jugadores que han llegado esta temporada. El equipo tenía muchos fundamentos tácticos asimilados y nos hemos centrado en perfilar algunos aspectos. Por ejemplo, la pasada campaña acabamos jugando con tres centrales y, en cambio, durante la última pretemporada trabajamos la línea de cuatro. El primer partido de liga lo jugamos con tres y los jugadores dijeron: míster, ¿llevamos toda el verano entrenando un sistema y empezamos jugando con línea de cinco? Mi respuesta fue: tranquilos porque nos va a hacer falta. A lo largo de la liga tendremos que manejar alternativas a nivel táctico y colectivo para poder competir.

¿Rinde mejor su equipo con línea de cuatro o de cinco?

Ahora mismo no tengo duda de que rendimos mejor con línea de cuatro, pero jugar con tres centrales nos da la posibilidad de poblar el medio del campo sin desperdiciar las bandas porque tenemos dos futbolistas en banda que podrían estar en el 80% de los equipos de esta categoría. También nos permite jugar con dos delanteros y si jugamos con línea de cuatro nos cuesta mucho más poner a dos puntas porque nos resulta más complicado equilibrar a nivel defensivo; sobre todo para un equipo como el nuestro que, en muchos partidos, tiene que estar a merced del rival.

El último derbi

Fue la bronca más grande desde que estoy en el club

El Paiosaco consiguió tres puntos de oro ante el Laracha, pero no fue nada fácil.

¿Y la del Laracha?

Era un partido que me preocupaba mucho más por muchas razones. Nuestra afición es la mejor de la categoría porque así lo demuestra. Juguemos donde juguemos, el ‘Vamos verdes’ está siempre con nosotros y ganar al Laracha era importante para todos. Otro factor es que perdiendo caeríamos a posiciones de descenso directo y la primera parte no fue nada buena. El descanso fue muy duro. Fue la bronca más grande desde que estoy en el Paiosaco.

¿Tan mal vio a su equipo?

No estábamos haciendo lo que debíamos y veía que se nos iba a escapar el partido. Con el marcador en contra nos estábamos disparando al pie nosotros mismos y no podíamos darle otra opción al Laracha.

¿Qué vivió con más euforia: el gol de la remontada de Otero o el pitido final?

El pitido final fue espectacular. La remontada de Otero fue muy importante, pero sabía que podíamos ponernos nerviosos en cualquier momento y que el Laracha iba a achuchar. Fue uno de esos días en los que das cuerda a tu reloj porque no avanza y el del partido tampoco funciona. El pitido final significó no caer a puestos de descenso quedando una jornada menos. El trabajo durante esta semana es muy fácil porque cualquier directivo o aficionado que nos podemos encontrar tiene la sonrisa de oreja a oreja.

¿Qué hizo nada más terminar el derbi?

Saludé a Óscar (Gilsanz), le deseé mucha suerte, miré para atrás para quitar las estrategias –lo estaba haciendo Jesús– y me fui muy despacito para el vestuario.

¿Cómo fue la celebración en A Porta Santa?

Cuando íbamos hacia los vestuarios, los aficionados ya estaban allí y fue una explosión espectacular. Entiendo la euforia de nuestra gente porque si conseguimos la permanencia, la próxima temporada será la primera de la historia que estemos en una categoría más alta que el Laracha.

¿Se esperaba que el Laracha apretase?

Sí, y para mí es muy lícito porque es lo que debe hacer. Que el Laracha se pusiera a jugar con juveniles me parecería adulterar la competición. Además, no es lo mismo descender porque baje el Fabril que quedar entre los cuatro últimos. Hay muchos futbolistas que pertenecen al Deportivo que querrán estar en el Fabril la próxima temporada y el Laracha sigue siendo un escaparate para ellos. Desde hace dos meses, una persona está siguiendo a todos los jugadores cedidos por el Depor porque lo lógico sería que el Fabril se nutriese de esos futbolistas. Para eso los tienen en el Laracha fogueándose.

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