El Bergantiños podía salir segundo de Calabagueiros, los futbolistas de Miguel Figueira eran conscientes y, en lugar de abandonar la primera plaza, se han reforzado como líderes del grupo 1 de Tercera División tras ganar por 0-2 con goles de Diego y de Rubén Rivera.
Uno de los primeros factores que llamó la atención en el Bergantiños fue la propuesta inicial de Miguel Figueira. Planteó una especie de 1-4-3-3 sin llegar a serlo del todo: ante las lesiones de los laterales habituales –Borja Facal y Aarón Rama–, Rubén Balsa y Marcos Rodríguez fueron los laterales y Diego Fernández formó pareja con Caridad en el centro de la zaga; Granada, Toni y Baleato dieron fortaleza en forma de trivote al centro del campo del equipo carballés y los tres jugadores más avanzados fueron Cano –partía desde la derecha a la posición de punta junto a Rivera–, Jorge Saéz –desde la izquierda hacia dentro– y el propio Rubén Rivera.
El inicio de partido fue prácticamente impecable para el conjunto de Miguel Figueira, que consiguió maniatar a un Barco que, con respecto al partido del jueves frente al Paiosaco, solo introdujo la novedad de Pablo Rubio por Borja Gil en la medular junto a Tabala y la de Santi Núñez por Andrés en el centro de la defensa. No pasó gran cosa hasta que Baleato disfrutó de una ocasión inmejorable que el portero Jon Azpillaga salvó a bocajarro. Fue la antesala del primer gol de la tarde en Calabagueiros. Una falta ligeramente escorada a la izquierda y a pocos metros del borde del área, le sirvió a Diego Fernández para anotar el 0-1. El mediocentro del Bergantiños, que ayer jugó de central junto a Caridad, no sacó un buen disparo, muy centrado, pero la pelota dio en Toni, que se encontraba en el punto de penalti, y el lateral izquierdo del Barco desvió la trayectoria despistando a Azpillaga, que trató de reaccionar pero no fue capaz y la bola acabó en la red.
Una de las claves del encuentro y, probablemente, la más decisiva, fue la entrada al partido de los dos equipos tras el paso por vestuarios. El Bergantiños salió enchufado, jugó cinco minutos prácticamente enteros en campo contrario, y el Barco empezó muy despistado y permisivo en la acción del 0-2. Rubén Balsa se permitió hasta dos recortes en el pico del área tras una subida por la derecha, hubo un rechazo y la pelota acabó en poder de Jorge Cano, que se encontraba en una zona peligrosa pero ligeramente escorado a la derecha. El exfutbolista de Montañeros, Fabril, Cerceda y Boiro no pecó de individualista y cedió el balón para Rubén Rivera, que se encontraba solo en el borde del área pequeña para empujar el balón a la red ante la mirada del lateral derecho Sito Cruz, que había cerrado tarde para defender el posible remate a bocajarro.
El ‘momento Cristopher’
Con 0-2 en contra, al Barco no le quedaba otra que echar el resto para poder meterse en el partido. Una de las medidas de Manolo Pérez fue sacar a un central (Santi) y utilizar a Pablo Rubio como central en salida de balón para que adelantase su posición y quedar solo con tres centrales cuando la pelota estuviese en campo contrario.
Cristopher se convirtió el héroe del Bergantiños al desbaratar dos ocasiones clarísimas de David de cabeza y de Juanito a bocajarro. Y a final 0-2.
