El Silva no pudo sacar adelante un partido en el que el Compostela fue superior, básicamente porque conoce a la perfección lo que debe hacer en su campo para encarar los encuentros como local. Administra bien el balón y genera ocasiones. El equipo coruñés se mostró sólido defensivamente y se mantuvo vivo hasta el pitido final porque el Compos solo fue capaz de marcar un gol.
Tanto insistía el Compos en los primeros compases que el gol se intuía próximo a caer y así fue. En una nueva acción por la banda izquierda, Jimmy y Brais Abelenda superaron a la defensa con una bonita pared, para que el lateral llegase a la línea de fondo en ventaja, levantase la cabeza y pusiese un centro raso medido para la entrada de Josiño, quien sólo tuvo que poner el pie para remachar la pelota a la red.
Poco después tuvo Abelenda, en un mano a mano, tras asistencia en vaselina de Rodri Alonso, pero su disparo con la izquierda lo sacó con el pie Ríos, y también Josiño más tarde, en una acción similar a la de la primera diana, pero esta vez, el pase de la muerte de Miki lo envió arriba el mediapunta, cuando la grada cantaba el posible tanto.
Ante la falta de acierto del equipo local, los visitantes se desperezaron e intentaron salir de atrás, avisando por primera vez en los últimos minutos del duelo, con un zurdazo de Rojo que despejó Pato con solvencia y en un golpeo de una falta de Marcos Gómez que también sacó de puños el meta.
