Gaby, la pieza clave del Depor Abanca para una liga mucho más física
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Gaby, la pieza clave del Depor Abanca para una liga mucho más física

Gaby, la pieza clave del Depor Abanca para una liga mucho más física
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La élite del fútbol femenino se frota los ojos. El no hace tanto desconocido Depor Abanca ha superado todas las expectativas. Dos victorias en dos partidos televisados, en Abegondo contra el Espanyol (3-1) y a domicilio ante el Betis (3-4), sitúan al equipo coruñés bajo los focos.

No le gustan las luces a la delantera venezolana Gabriela Antonia García Segura (2 de abril del 1997; Tunapuí, Sucre), una de las blanquiazules más destacadas en este inicio de temporada. Habitual en la posición de ‘nueve’, en Primera Iberdrola se ha destapado como una pieza clave en la mediapunta.

El técnico Manu Sánchez ha retrasado la ubicación de Gaby en el campo para aprovechar su envergadura (es la más alta de la plantilla con 1,79m según los datos oficiales del club), dominio del juego aéreo y capacidad para asociarse con las interiores y las puntas.

Sacrificada y obediente, la sudamericana ha respondido con creces. En el debut ante el Espanyol ganó casi todos los balones largos y disputas y fue la primera en la presión de su equipo. El pasado domingo contra el Betis añadió a un incansable trabajo su versión de ‘killer’ y anotó dos goles: el segundo, de cabeza a la salida de un córner, y el cuarto, al aprovechar un rechace de la portera local.

El papel de Gaby se antoja muy importante para la batalla del Depor por el balón en una competición que se encuentra varios escalones por encima en el plano físico de lo que era la Segunda División. No ha acusado el conjunto coruñés la diferencia de preparación. Y parte de culpa es de la delantera venezolana.

Su buen momento de forma le ha llevado de nuevo a la selección de su país, que la pasada semana le citó junto a sus compañeras Kika y Michelle para disputar dos partidos amistosos contra Perú que se celebrarán los días 4 y 8 del próximo mes de octubre. A los 22 años, Gaby es ya una de las figuras del fútbol femenino sudamericano, aunque su nombre todavía no suene entre las mejores.

Arepas y una bota de oro en la mesilla de noche
 

De Tunapuí, en el estado de Sucre, al noreste de Venezuela, Gaby nació en una tierra humilde, de agricultores y ganaderos, conocida por sus aguacates y búfalos. Y por las arepas, claro. Desde pequeña practicó varios deportes y destacó en el balonmano, pero a los 15 años se pasó al fútbol y, como todas en sus inicios, empezó en un equipo de chicos: “Pensaba que el fútbol femenino no existía y que yo era la única mujer que lo jugaba”, recordaba en una entrevista para este diario.

Pronto recibió la llamada de las selecciones nacionales inferiores. Extremadamente tímida, en el vestuario de la Vinotinto se ganó el apodo de la Muda. Con el combinado de su país disputó dos Copas del Mundo: en 2014 la de Costa Rica en categoría sub-17 –alcanzó las semifinales y ganó la bota de oro, un trofeo que preside su mesilla de noche– y en 2016 la de Papúa Guinea sub-20. Además se proclamó campeona sudamericana sub-17 en 2013 y sub-20 en 2015 junto a las también deportivistas Kika y Michelle. Ya es una fija con la absoluta y el año pasado jugó la Copa América de Chile.

Al Depor llegó en enero de 2017 procedente del Estudiantes de Guarico y ciertos sectores cuestionaron su fichaje por la relación de Abanca, patrocinador principal del equipo, y Venezuela, pero con el tiempo ha demostrado que su sitio en el once está más que justificado. Sus compañeras recuerdan que al principio era muy callada, pero poco a poco se ha ido soltando, tanto que no es extraño verla bailar en el vestuario. 

Gaby, la pieza clave del Depor Abanca para una liga mucho más física

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