A falta de diez jornada para la conclusión de la fase regular, el Basquet Coruña, que acumula nueve victorias en veinticuatro partidos, tiene casi imposible alcanzar el noveno puesto, el último que otorga billete para los playoffs, y sigue teniendo más cerca la amenaza del descenso.
Aunque matemáticamente no se puede descartar la clasificación para los cruces, la diferencia con esa novena plaza, que ocupa el Huesca –con la misma marca que el octavo, el Ciudad de Valladolid–, es de cinco triunfos. Además, hay otros dos equipos de por medio, Palma (13-10 y un partido pendiente, contra el Castelló) y Lleida (11-13).
Particulares perdidos
Tanto el Palma como el Valladolid le ganan el averaje particular a la ‘marea naranja’, que en casa venció por doce puntos al Lleida y en Huesca perdió por cinco. Al equipo aragonés lo recibirá en la penúltima jornada.
Mirando hacia abajo, el penúltimo clasificado, el Araberri, cuenta con solo dos victorias menos que los pupilos de Gustavo Aranzana, que en Riazor ganaron por catorce tantos y visitarán Mendizorroza en la jornada final. La situación mejora notablemente respecto al penúltimo, el Cáceres (6-18) y el colista, el CB Prat (5-19), equipo este que parece desahuciado desde hace muchas jornadas. A ambos les gana en el particular.
Con una victoria menos que el conjunto herculino están el Barcelona B, al que ganó a domicilio por 23 tantos; el Castelló, al que también superó fuera de casa (+13); y el Real Canoe –junto al Cáceres, los equipos en peor racha: seis derrotas consecutivas–, al que los de Gustavo Aranzana aplastaron en Riazor (85-59) y contra el que se enfrentarán en el Pez Volador en la jornada 31.
Así pues, la prioridad debe ser controlar la presión que llega de abajo, pero sin perder de vista el norte de los playoffs por el ascenso a la ACB.
