Domingo 5 de mayo. Día de la madre y día de despedidas en Basquet Coruña. Además del entrenador, Gustavo Aranzana, que abandona el club ‘obligado’ por la directiva, dice adiós a las canchas Sergi Pino.
Sergi es cercano, gracioso y humilde. Como profesional es un trabajador nato y lo da todo en entrenos y cancha. Es veterano, sabe de lo que va el oficio. Juega y disfruta, se le ve feliz. Sin embargo, a sus cerca de 32 años, ha decidido dejar el básquet profesional.
Tras alcanzar su sueño y jugar en la liga ACB en Andorra, volvió a la LEB Oro. Consiguió ascender en San Sebastián: “nadie se esperaba que el equipo ganara la Liga, y la ganamos. Me defraudó mucho que no me quisieran en el primer equipo, porque yo creo que ‘lo merecía’. Ahí es cuando tomé la primera decisión de dejarlo”.
Ser olímpico
Tiene como objetivo claro el 3x3 y el poder ser olímpico. Continuó jugando hasta esta temporada. “No me la esperaba así. Yo soy una persona que vive el momento, no piensa en el futuro. Han sido muchas lesiones, la marcha de Araújo… Hubo muchas complicaciones a parte del juego”. Aún así, se muestra satisfecho por haber salvado la categoría y quedar en un buen lugar en la tabla; y está seguro de que pronto el club será ACB.
Es sincero, no cree que haya sido un fracaso el no haber jugado playoff para despedir su última temporada. Ha hecho una valoración de todas sus temporadas, y se queda, sobre todo, con la gente que ha conocido, los lugares a los que ha viajado, donde ha estado.
“Para mí, eso es lo importante. No el último partido o la última temporada. Sería distinto si descendiésemos, ahí me lo habría pensado. Y no pasa nada por no haber entrado en playoff, la vida sigue. No se termina por no haber entrado en playoff”.
Ha decidido que se dedicará a estudiar, “o psicología o nutrición, estoy entre estos dos”. Además de ello, trabajará en la empresa de su padre y, como sorpresa, deja entrever que le interesaría sacar una marca de ropa. Tiene claro que se lo mejor que se lleva de la profesión son sus compañeros. También el inglés, ya que “gracias a que muchos compañeros son de fuera he aprendido idiomas”.
Un cambio
Al ser preguntado por si cambiaría algo de él como jugador, Sergi asegura que siempre ha sido muy eléctrico, activo y nervioso, “y creo que cuando era joven me pasé. Me costó muchos años controlarlo, y creo que, si lo hubiese controlado antes, quizás me hubiera ido algo mejor”.
La afición ha animado aún perdiendo nueve partidos seguidos
Por último, y para despedirse de la afición naranja, asegura que le ha gustado mucho el apoyo constante, “en todo momento han estado con nosotros. Ha sido muy bonito porque, yo que he estado en muchos equipos, ves que no todo el mundo te apoya, pero aquí han animado aún pudiendo descender y perdiendo nueve partidos seguidos. Así que, chapó. Por todo el club y toda la afición”.
