Marlon Velasco Heras (Barcelona, 1986) cumple su primera temporada en el Noia Portus Apostoli. El único objetivo que se ha marcado con el club gallego es lograr la permanencia en la categoría de plata estatal al término de la presente edición del torneo de la regularidad, que será el primer fin de semana de mayo cuando se dispute la trigésima y última jornada liguera.
El técnico catalán es el entrenador más joven de la Liga Nacional de Fútbol Sala con treinta y dos años recién cumplidos. Tanto es así que incluso es más joven que alguno de sus jugadores. A pesar de ello afirma que “no tengo ningún problema con el tema de la edad. Cuando uno es respetuoso no tiene por qué haber ningún problema”.
No le gusta hacer planes a largo plazo, razón por la que a lo único que ambiciona de momento es “a salvar al equipo, no miro más. Soy una persona que piensa siempre a corto plazo y en ese sentido voy entreno a entreno, partido a partido, semana a semana... y no puedo mirar más allá”.
Aunque lo que sí tiene claro es que “me gustaría seguir haciendo de mi pasión mi profesión, ese es mi mayor sueño y, evidentemente, cuanto más arriba mayor es el reto”.
Por eso se centra en salvar al Noia, pues es consciente de que “todo lo que vayas haciendo en el día a día te marca de cara al futuro y el camino que vas recorriendo es el que te va a llevar a un sitio u otro”.
No se considera un hombre ni pesimista ni optimista sino realista. Tampoco es una “persona muy pretenciosa, aunque sí ambiciosa, pero dentro de mi realidad y mi realidad a día de hoy es que estoy en un club joven, en un club humilde con ganas de hacer las cosas bien, de consolidarse y asentarse; lo mismo que yo. Al final, el club lleva dos años en la Segunda División igual que yo, y estamos en el mismo nivel y compartimos retos y objetivos”.
Además, se considera “un hombre de principios y quizá un poco intransigente al respecto porque me rijo por ellos, como la constancia, el esfuerzo y sacrificio. Aunque entiendo por sacrificio hacer algo que no te gusta y que te cuesta, por lo que no empleo este término en lo referente a mi profesión pero sí hago el esfuerzo que me toca y deseo”.
Inconformista
El inconformismo es algo que persigue tanto en su persona como en sus jugadores, porque lo percibe como “esas ganas por querer seguir creciendo y mejorando”.
Uno podría preguntarse si difiere mucho el Marlon persona al Marlon entrenador. El preparador lo tiene claro y afirma que “soy el mismo, no creo que cambie. Pero al final la gente cercana a mí es la que mejor lo puede decir. No obstante, reconozco que soy un entrenador responsable, serio y meticuloso. Siempre comprometido con el club para el que trabajo. Sumamente exigente, primero conmigo mismo y luego con los demás, porque para exigir al resto uno tiene que ser modélico y ejemplar. Mi afán de superación no me deja ser conformista, siempre busco seguir creciendo y mejorando, y no me gusta imponer mis ideas por encima de todo sino que en función de lo que tenga, pues la clave del éxito es saber adaptarse al grupo que tienes para diseñar un modelo de juego”.
Puede que por todo lo indicado quizá no le haya costado nada adaptarse a Noia y a su equipo.
“Aquí me siento bien. Soy una persona que me identifico con el club en donde estoy, con el que me vuelco a veces demasiado y con el que me gusta mezclarme con su gente, beber de sus costumbres, empaparme de su cultura y hacerme con sus hábitos”.
El técnico reconoce que en la consecución de la permanencia “estamos todos los que formamos el Noia con un peso importante y una gran responsabilidad”.
El mismo llegó sabiendo que “era el reto más importante de mi carrera deportiva, ya que nunca había tenido que coger un proyecto a medias” y después de estos meses al frente del equipo su intención pasa por “sacar puntos en pabellones y contra rivales que ahora mismo están por encima de nuestro nivel y que compiten por otro tipo de objetivos”.
Aún consciente de que el “tiempo corre en nuestra contra, tengo confianza en mí y en el grupo humano que tengo y en el trabajo que desarrollamos. Por este motivo, espero que los resultados lleguen porque personalmente esperaba contar con algún punto más a estas alturas de la temporada. Sin embargo, tengo claro que no sirve de nada lamentarse, por lo que debemos seguir trabajando y corrigiendo lo que no acaba de salir bien; pulir detalles para mejorar como grupo, para ser más fuertes y tener más posibilidades de competir y mayor porcentaje de puntuar y ganar partidos, que al final es lo que importa”.
Veinte años en Noia
Finalmente, reconoce que “estaría veinte años en Noia porque me identifico mucho con el club” pero, como profesional que es, “no puedo tomar decisiones dejándome llevar única y exclusivamente por mi estado emocional; hay que mirar otro tipo de cosas y actualmente en lo único que pienso es en salvar al equipo y sacar el mayor rendimiento a la plantilla para poder sumar puntos que nos ayuden a conseguir el objetivo, que no es otro que conseguir la permanencia”.
