El sueño se acabó para un Madrid que fue peor que en el partido de ida, que no usó sus habituales puntos fuertes ante el City y que fue apeado de la Liga de campeones tras el 1-1 de la ida y la victoria de esta noche.
David Alaba, como central, y Eduardo Camavinga, en el lateral izquierdo, salían al campo de inicio.
De este modo, Carlo Ancelotti sacrificaba a Antonio Rudiger, freno de Erling Haaland en el partido de ida, y metía en la zaga a Alaba junto a Éder Militao, que no jugó en el Bernabéu por sanción, y en el lateral a Camavinga, como ya hizo en la ida con buen rendimiento. Hoy no.
Como en el choque del Bernabéu, el Manchester City saltó al campo muy dominador y se acercó a la portería de Courtois con dos acciones en los primeros diez minutos de partido.
El cuadro de Guardiola siguió con su monólogo ante un Madrid demasiado flojo en el arranque y encontró el premio con el 1-0, a los 23 minutos, obra de Bernardo Silva. El conjunto español estaba obsesionado en que el City no jugase entre líneas, en defender, más que en atacar, y pagaba esa forma de plantear el choque con el gol en contra y con la primera media hora con un ‘repaso’ de los ingleses.
Despertó el equipo blanco y Kross mandó un balón al travesaño, asustando al equipo citizen. Después de un inicio aterrador parecía que las cosas se podrían equilibrar pero Silva repetía con el 2-0 a los 37 minutos.
En la segunda parte el Real Madrid pareció salir un poco más decidido a acortar distancias pero el City se encontraba cómodo esperando a un equipo que carecía de sus virtudes habituales.
El Madrid hizo cambios pero no fue suficiente, de hecho Haland perdonó varias veces ante Courtois. El City mantuvo el nivel hasta el final, anotó dos goles más y eliminó de manera contundente a los blancos.