Al menos cuatro personas resultaron muertas y una docena heridas, entre ellas tres jugadores, en los graves disturbios registrados este sábado en Tegucigalpa (madrugada del domingo en España) tras ser atacado el autobús del equipo del Motagua.
El suceso se produjo antes del encuentro previsto entre dicho equipo y el Olimpia, correspondiente a la quinta jornada del torneo Apertura, que al final no se celebró. Todo se inició cuando el autobús del Motagua fue atacado supuestamente por hinchas de su adversario con piedras y botellas de vidrio, lo que causó una batalla campal tanto fuera como dentro del Estadio Nacional de Tegucigalpa
Socorristas de la Cruz Roja Hondureña anunciaron en un primer momento del fallecimiento de tres personas cuando eran trasladadas al Hospital Escuela. Unas horas después se confirmó la cuarta. Todas ellas tenían edades comprendidas entre los veinte y veintisiete años.
En el ataque fueron alcanzados por fragmentos de cristal el defensa paraguayo Roberto Moreira, el portero argentino Jonathan Rougier y el lateral hondureño Emilio Izaguirre, todos del Motagua, que resultaron heridos. Los futbolistas fueron trasladados a una clínica, donde recibieron atención médica, señaló su club sin ahondar más sobre su estado. Otras nueve personas resultaron lesionadas, algunas de gravedad, y han sido trasladas a los centros sanitarios.
Hinchas de Olimpia y Motagua se enfrentaron fuera del estadio a los agentes del orden público, que emplearon gas lacrimógeno para dispersarlos, lo que afectó a muchas personas. Asimismo, la Policía informó de la detención de un aficionado del Motagua por su presunta participación en los disturbios y le decomisaron dos armas.
Partido suspendido
La Liga Nacional de Fútbol de Honduras informó que el partido “se suspende para salvaguardar la integridad y seguridad de aficionados, equipos, cuerpos técnicos, autoridades y personal en general”. También se indicó que es “reprochable y lamentable” el ataque y pidió que la acción, supuestamente de un grupo ultra, sea “sancionada duramente por las autoridades”.
El gobierno del país lamentó lo sucedido por medio de la ministra de Comunicaciones, María Andrea Matamoros y manifestó que es “responsabilidad de todos, periodistas deportivos, medios de comunicación y aficionados hacer un llamamiento a la calma y respeto a las autoridades”.
