La rescisión del contrato de Gorka Santamaría se dirimirá, como suele ser habitual, en un acto de conciliación al que se citarán las partes próximamente.
El pasado 31 de enero al mediodía, el Deportivo anunció la salida del jugador vasco.
“Gorka Santamaría no continuará perteneciendo al RC Deportivo. Desde ahora, Gorka podrá escoger libremente su próximo proyecto profesional, para el que el Deportivo, igual que a nivel personal, le desea la mayor de las suertes, agradeciéndole también su trabajo durante estos meses en A Coruña”, rezaba el escueto comunicado del Deportivo sobre la marcha del jugador, sin detallar si la salida se produjo de mutuo acuerdo.
Lo habitual en este tipo de casos es que el jugador y el club lleguen a un acuerdo ante el SMAC, el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación. Además, alcanzar un pacto en esa instancia conlleva beneficios fiscales para el indemnizado.
Si ahí no hubiera acuerdo, entonces se llegaría a la vía judicial para resolver el litigio, pero esto no es lo habitual en este tipo de procedimientos.
La de Gorka Santamaría es, actualmente, la única ficha de la que dispone el Deportivo para contratar en el mercado invernal una vez que el 7, número que había dejado vacante Ibai Gómez, ha sido ocupado por Lucas Pérez.
El Deportivo pretende nuevos refuerzos en el mercado tras haber detectado algunas carencias en la plantilla. Principalmente, el equipo intentará aumentar la competencia en el lateral izquierdo después de que Alberto Retuerta no haya tenido protagonismo en liga con la entidad blanquiazul, a la que llegó el pasado verano tras haberse desvinculado del Real Madrid Castilla. Retuerta es, precisamente, uno de esos jugadores que podrían salir del equipo en busca del protagonismo que en el Deportivo no ha podido conseguir hasta ahora.
Otro de los jugadores con el futuro en el aire es Kuki Zalazar. A la espera de acontecimientos, los dos estarán esta mañana en Riazor.