El Deportivo disputó ante Unionistas su decimoquinto partido fuera de casa en liga y llegó su quinta derrota. También son cinco las victorias y cinco los empates lejos de Riazor. Unos números muy pobres, los peores de los seis equipos que forman el grupo de cabeza y a la altura de escuadras como el Mérida y el Sanse, que no tienen los mismos objetivos que el Depor.
Los de Óscar Cano afrontan las ocho últimas jornadas en una situación complicada. Y es que los 4 duelos restantes a domicilio son, por orden, ante Racing de Ferrol, Córdoba, Linares y Pontevedra.
Si el equipo quiere soñar todavía con la primera plaza deberá mantener su buena línea en Riazor y hacer lo que no ha hecho hasta ahora lejos de su feudo, sumar muchos puntos. Hasta ahora, ha logrado 20 de los 45 en disputa, menos de 1,5 por partido.
Toca pensar ya en el Fuenlabrada. Conforme avance la semana se suavizará la decepción y los deportivistas no fallarán en Riazor, sabedores de que es una cita clave para, al menos, asegurar los playoffs.