A la tercera irá la vencida para Diego Gómez. El canterano del Dépor volvió a rozar el gol ante el Cádiz en una acción similar a la que desperdició semanas atrás frente al Córdoba en Riazor. No acertó entonces, tampoco ahora. Pero la clave es que sigue ahí, que se mantiene en el camino correcto y que tiene la confianza de un Óscar Gilsanz que lo conoce bien y sabe que su progresión no se mide solo en aciertos de cara a portería.

A pesar de los pocos minutos que ha acumulado desde su regreso en enero tras la cesión en el Arenteiro, el ourensano continúa sumando experiencia y dejando señales de crecimiento. Sin prisa, pero sin pausa, va construyendo su sitio en el primer equipo a la espera de que llegue el gol que le libere. Quizá en su próxima oportunidad.

Ante el Cádiz saltó al césped en el minuto 90, con el Dépor defendiendo un valioso 1-0, con la misión de refrescar el equipo y cerrar el triunfo. Apenas intervino un par de veces en el juego, pero en una de ellas tuvo en sus botas la sentencia. En el 90+3, un resbalón de Víctor Chust dejó el balón suelto en la frontal y Diego Gómez lo recogió. Controló con la zurda y, ante la presión de Kovacevic, optó esta vez por finalizar con la derecha, su pie no dominante. El disparo raso salió algo blando y permitió la parada de David Gil. Tocó sufrir un poco más.

Fue inevitable pensar en aquella acción frente al Córdoba. Entonces, con el partido empatado (1-1), recibió un pase de Yeremay en una contra y, con Rubén Alves delante, buscó perfilarse para el disparo con la izquierda. Lo consiguió, pero el remate se marchó desviado. Dos escenarios parecidos, dos decisiones distintas, un mismo desenlace.

Pero más allá de esos fallos, Diego Gómez continúa avanzando. Está en proceso de adaptación al fútbol profesional. La pasada temporada fue determinante en el Fabril en Segunda Federación. En la primera parte de este curso brilló en Primera Federación con el Arenteiro. Y desde su regreso a Riazor ha seguido dando pequeños pasos, acumulando minutos en Segunda División, hacia un futuro en el Dépor.

Gilsanz conoce su potencial. Por eso lo mantiene en la rotación y le dio su primera titularidad ante el Cartagena. Y por eso lo sigue utilizando, por delante de otros futbolistas más experimentados, en escenarios y contextos importantes. Diego Gómez sigue en el camino correcto, aunque haya tropezado con dos piedras similares.