No pudo el Deportivo iniciar con buen pie la temporada 2025-26 en un Riazor que, como era de esperar, se vistió de gala para el regreso del fútbol al césped coruñés. El Burgos supo enfriar el ímpetu de la grada y de un cuadro deportivista que todavía tiene mucho trabajo por delante para aprender a atacar rivales que vengan a A Coruña a dejar pasar los minutos con el objetivo de minimizar daños… y lo que surja.
El cuadro herculino quiso darle continuidad a su buena actuación ante el Granada y a punto estuvo de prender la mecha nada más empezar a rodar el balón. Yeremay, que unos minutos antes se había fotografiado con una camiseta especial que lo inmortalizaba como centenario blanquiazul, recibió un pase en la frontal para dejar con el molde a Grego Sierra e hizo lo propio con Cantero dibujando una delicada vaselina que solo tuvo una pega. Se fue al larguero.
Eddahchouri no pudo arreglárselas para enviar el rechace al fondo de la red y a partir de ahí empezó el partido de verdad. Ese en el que el Burgos ofreció una primera parte en la que puso una dosis interesante de fútbol y, sobre todo, el oficio propio de un equipo que domina a la perfección el manual de la categoría de plata. Al abrigo del buen pie de jugadores como Curro, Córdoba y David González, el conjunto que dirige Ramis fue encontrando siempre salida a la agresiva presión que proponía el Dépor, al que le faltaban siempre manos para tapar las vías de agua que le generaba la línea de enganches visitante moviéndose por los pasillos interiores, mientras que Arroyo y Florian Miguel sujetaban a Escudero y Luismi pegados a la cal.
La falta de efectivos en la zona ancha y la de contundencia en las disputas ante el poderoso Fer Niño provocó que el conjunto blanquiazul fuera poco a poco dando pasos atrás hasta que de nuevo tuvo que aparecer Germán Parreño para sacar una gran mano abajo ante una venenosa volea de Morante.
El ya tradicional por estas fechas de competición ‘cooling break’ le permitió a Antonio Hidalgo y los suyos refrescar no solo las gargantas, sino también las ideas. El Deportivo elevó la intensidad en las marcas y los centrales empezaron a perseguir hasta más lejos a sus marcas para evitar que recibieran con comicidad y castigaran a Gragera y Villares. Eso igualó el tablero y permitió que cada posesión del Burgos no terminase en disparo o centro al área.
Faltaba la otra parte del trato: mejorar con la pelota. Porque el cuadro herculino pecó en muchas ocasiones de precipitación por querer llegar lo antes posible al área burgalesa. Precisamente lo que su rival quería. Con dos líneas de cuatro por detrás de la pelota, los pasillos hacia Mario y Yeremay estaban cerrados. Al menos sin dar un rodeo. Y salvo por un par de toques de genio de Luismi Cruz, los intentos blanquiazules siempre se quedaban a medias. La mejor la tuvo Eddahchouri, que se revolvió bien en la frontal y disparó con malísima intención a la base del palo, pero el balón no cogió portería.
No hubo más tregua que los 15 minutos de intermedio. Hidalgo ya había decidido subir el listón y no estaba dispuesto a dar marcha atrás. Aunque eso le costara algún susto cuando obligaba al Burgos a jugar directo sobre sus atacantes. No fue un partido que dejara en gran lugar a Arnau Comas, al que Loureiro le solventó la papeleta en más de una ocasión. El jugador de Cerceda tuvo un debut notable en Riazor, agigantándose a medida que pasaban los minutos, sobre todo en el momento en el que el técnico deportivista decidió dar entrada a Ximo Navarro pasó al centro de la zaga.
El recambio en la zaga no vino solo, ya que salieron para refrescar también David Mella y Charlie Patiño. El equipo automáticamente subió una marcha la circulación. La movilidad del inglés activó a Mario Soriano y Yeremay, lo que unido al paso atrás del Burgos empezó a provocar oleadas deportivistas llegando al área de Cantero. Faltó atrevimiento en algunas acciones, finura en otras, porque el arquero visitante no tuvo que dejar grandes intervenciones para frenar el despertar local.
Hidalgo lo vio claro y decidió dar el último toque de corneta con la entrada de Quagliata y Bouldini para terminar de cargar el área. Pero ahí el equipo rival ya había decidido que no se iba a jugar más a pesar de que todavía quedaban un buen puñado de minutos que deberían haber sido útiles. Seguramente le faltó fuelle también al Dépor, que echó en falta más energía en la recta final, en la que ni siquiera consiguió tirar a puerta.
Deportivo 0 - 0 Burgos |
Deportivo: Germán Parreño; Luismi Cruz (Mella, m.64), Loureiro, Arnau Comas (Ximo Navarro, m.56), Dani Barcia, Sergio Escudero (Quagliata, m.77); Villares (Charlie Patiño, m.64), Gragera, Mario Soriano; Yeremay, Eddahchouri (Bouldini, m.77).
Burgos: Ander Cantero; Arroyo, Aitor Córdoba, Grego Sierra, Florian Miguel; Morante, Atienza; David González (Chapela, m.61), Curro (Lizancos, m.77), Iñigo Córdoba (Appin, m.77); Fer Niño (Mateo, m.88).
Árbitro: José Antonio Sánchez (C. andaluz). Amonestó a Comas (m.15) y Barcia (m.75) en el Deportivo y a David González (m.25) en el Burgos.
Incidencias: Estadio de Riazor, 25.954 espectadores. Partido correspondiente a la jornada 2 de LaLiga Hypermotion 2025-26. |