Hace veinte días que el Deportivo finalizó la temporada y que todo el foco, al igual que en los demás equipos de Liga F, pasó a los despachos. Las salidas y las llegadas acaparan ahora todo el protagonismo en un mercado que se antoja como uno de los más movidos de los últimos años.
La entidad blanquiazul ha optado por la tranquilidad a la hora de cerrar sus movimientos. O al menos de anunciarlos. Sin embargo, hay varias tareas que la dirección deportiva tiene por delante. Una de ellas es el ataque, que con la salida de cinco jugadoras anunciada el pasado 23 de mayo, se queda más huérfano que nunca. De esas cinco bajas, cuatro se corresponden con jugadoras ofensivas —Nkor, Bennett, Hmírová y ADT—.
De esta forma, y con varias incógnitas, el Deportivo afronta el mercado de verano con solo dos futbolistas fijas en la zona de los goles. A priori es un dato que puede alarmar, aunque el nombre de las dos jugadoras que el club blanquiazul tiene atadas rebaja cualquier tensión que pueda surgir: Ainhoa Marín y Millene Cabral.
Con las renovaciones de sus principales baluartes ofensivos, la entidad deportivista ha conseguido dar un paso adelante en su proyecto. Uno de los grandes. Y ahora es momento de certificar esa apuesta con unos refuerzos que, como mínimo, sean fiables.
En el aire están las renovaciones de Bárbara Latorre y Olaya Enrique. En el caso de la extremo zaragozana, recaló en el Dépor el pasado verano y firmó por solo una temporada. Ahora, tras conocer la salida de Pancha Lara, Nkor, Bennett e Hmírová, que llegaron en las mismas condiciones, las puertas de una posible ampliación de contrato se abren para Bárbara.
Lo mismo ocurre con las cedidas, entre las que está Olaya. La futbolista del Real Madrid se convirtió en la tercera punta de la lanza blanquiazul y, en su primera campaña íntegra en la máxima categoría, firmó cuatro goles y una asistencia que la convirtieron en la segunda máxima goleadora del cuadro dirigido por Fran Alonso, solo por detrás de Millene (6).
El club ya le comunicó, incluso antes de finalizar la temporada, el interés de seguir contando con ella de cara a la próxima campaña, así que la pelota está en el tejado de la avilesina y, de forma inevitable, del Madrid.
Otra de las incógnitas que deberá resolver la dirección deportiva es el papel que puedan jugar futbolistas como Michi Apóstol, Carlota Sánchez o Lucía Rivas, la perla de Abegondo que encara el tramo final de su recuperación de la lesión de ligamento cruzado que sufrió al inicio del pasado curso.
Carlota salió cedida en el mercado invernal al Oviedo en busca de minutos y, lo cierto es que allí tampoco terminó de hacerse hueco. La extremo finaliza contrato el próximo 30 de junio y cuesta visualizar una posible renovación.
La delantera venezolana, indiscutible en el filial, apenas entró en los planes de Fran Alonso en esta temporada y el ascenso del Dépor B a Segunda Federación invita a pensar que su papel en el primer equipo será el mismo que en la campaña 2024-25.
Con Ainhoa y Millene renovadas hasta 2028 y 2027 respectivamente, el Deportivo se asegura a sus mejores jugadoras. Era evidente que las posibilidades de salvar la categoría pasarían por las botas de las jugadoras con más calidad de la plantilla deportivista y lo mismo ocurrirá con el crecimiento del proyecto a medio plazo.
Este curso participaron de forma directa en 18 de los goles de la escuadra blanquiazul. Hasta el 66% de los tantos cosechados por el equipo herculino llevan el sello de las dos atacantes. O lo que es lo mismo, sin su participación, el casillero ofensivo del Dépor se vería reducido a nueve dianas.
Tiene ahora la dirección deportiva la tarea de buscar los complementos ideales para sus baluartes ofensivos. Rearmar el ataque es el objetivo de cara a la próxima campaña y para ello, es necesario encontrar delanteras fiables. Ya sea en el mercado, o alcanzando un acuerdo de renovación con jugadoras como Olaya o Bárbara.