Los que recordamos haber visto jugar a aquel Victoria de los años sesenta y setenta, no podríamos imaginarnos su gran progresión en el fútbol modesto hasta llegar a la extraordinaria gesta de la presente temporada con su participación en la Copa del Rey.
Si bien es cierto que en años anteriores habían salido del equipo de la Escalinata jugadores que adquirieron renombre como Manín, Amancio, Jaime Blanco o Moncho Parada, su historial pasaba por ser el de un equipo puntero de la segunda división con algún ascenso a la primera del fútbol modesto.
Tenemos memoria de aquel Victoria presidido por Luis Ríos García -decano de los presidentes de su época- que acudía al campo de La Granja en su silla de ruedas, entrenado por Luis Precedo y con recordados jugadores como Goloso, Suso Rebollo, Quique, Kubala, Tito, Pacuchín, Carreras, Manolito Lojo o los hermanos Cameselle, que llegaron a alcanzar el campeonato de Primera División y el Gallego de Aficionados en la temporada 71/72. De aquel club con equipos exclusivamente de modestos y juveniles, han pasado a un club con equipos distribuidos en todas las categorías masculinas y femeninas y con importantes éxitos deportivos.
Sabemos de la gran labor desarrollada en las últimas décadas por el equipo directivo encabezado por Juan Carlos Vázquez, hasta llevar al equipo de modestos a la Preferente Autonómica actual. También de la labor de “cantera” de la que salieron jugadores hoy profesionales como Lucas Pérez, Rober Pier o Juan Carlos Real, que se iniciaron en el Victoria, así como de su apuesta por el fútbol femenino en sus diferentes categorías.
Por ello, la participación en la Copa del Rey ha sido un merecido premio para toda la familia blanquinegra, que disfrutó primero con el enfrentamiento ante el C. D. Hernani en A Grela y después con su debut en Riazor ante el todopoderoso Villarreal, arropados por unos seis mil seguidores. En esta gran fiesta quiero destacar actuaciones como la del ex capitán Jorge Rodríguez que, afincado en Dublín, no resistió la tentación de estar con sus compañeros en ocasión tan difícil de repetir. Y también, como guinda del pastel, la decisión del club de celebrar con este partido el Trofeo Victoria “Memorial Moncho Rivera”, con el que consiguieron una aportación a la Cocina Económica igual a la recaudada en el partido.
Enhorabuena al Club, a su entrenador Guillermo Pigueiras y su cuerpo técnico, a todos y cada uno de los jugadores y jugadoras que visten la camiseta del Victoria C. F. y a esa maravillosa afición.