El Deportivo bajó una marcha el ritmo de los entrenamientos en la penúltima sesión de la semana, antes del partido que le medirá mañana a las 17.00 horas en el Abanca Riazor al Bilbao Athletic.
El entreno, de noventa minutos de duración, estuvo marcado por los juegos y un trabajo más lúdico del que disfrutó toda la plantilla. Y es que el técnico Borja Jiménez puede seguir contando con todo su plantel disponible y con la enfermería vacía. La sesión comenzó a las once con un ejercicio de rondos de pase en grupos.
Seguidamente se dispusieron porterías pequeñas y por equipos los jugadores tenían que en solo tres toques, un lanzamiento en largo y dos más, sin que el balón botase, introducir este en la portería.
Mientras, diferentes miembros del ‘staff técnico’ iban contabilizando los goles. El primero equipo que llegase a seis ganaba la serie.
El ejercicio se fue modificando, añadiendo un obstáculo, una valla, a la portería que había que salvar para ver puerta y el último reto consistía en que, desde la distancia, de un solo disparo, introducir el esférico en el arco.
Tras este ejercicio, los jugadores se trasladaron al campo tres de entrenamiento para volver a hacer rondos de pase, aunque ahora solo en dos grupos, y con dos futbolistas en el medio encargados de tratar de robar la pelota.
Para terminar, el plantel al completo se trasladó de nuevo al campo dos de entrenamiento para el último ejercicio de la mañana.
Diferenciados por petos, los jugadores llevaron a cabo acciones de finalización, centros y remates por ambas bandas.
Fue el ejercicio a más alta intensidad que realizó el plantel, en una jornada más relajada, en la que se evidenció el buen humor y ambiente reinante en el seno de la plantilla blanquiazul.
El buen juego desplegado y los resultados que exhibe el Deportivo, que es el actual líder del Grupo I de la Primera RFEF, se reflejan también en el día a día en Abegondo.