Luisinho ha acudido, tras el entrenamiento, a la rueda de prensa. El defensa ha hablado del partido en El Sadar, de la afición y de las sensaciones de la plantilla.

El portugués es consciente de que este domingo dejaron escapar algo muy valioso, la salvación. "Estamos un poco tristes de no poder asegurar la salvación y dar esa alegría a la afición pero seguimos peleando, estamos más cerca, falta un punto y tenemos el partido contra el Espanyol", dijo el defensa.

Sin duda, Luisinho fue uno de los jugadores que levantó el partido contra el Osasuna, pese a no estar en la posición que nos tiene acostumbrados. Él lucha, de eso no hay duda, pero eso no llega. "Sabíamos que era difícil, que Osasuna no se jugaba nada pero que iba a entrar fuerte. El primer gol fue a los cuatro minutos, pero hicimos lo mas difícil, remontar. El equipo peleó hasta el final", añadió.

"Entiendo a la afición", dijo. Sabe que la hinchada va "a muerte" siempre, pero comprende que se canse de ver a su equipo en un nivel tan bajo y sin intensidad. "Tengo cariño por esta afición, cuando estuve en un momento más negativo estuvieron a mi lado, estoy con ellos a muerte, sé que es duro para ellos y entiendo esa frustración", dijo Luisinho. Ese cariño es mutuo, la afición lo quiere.

Aún así, el defensa apoya y defiende a su grupo, "no dudo de mis compañeros, lo dan todo en el campo, hay momentos mejores que otros, y hay esa frustración de no conseguir los objetivos".

La mayoría de puntos se consiguieron en Riazor, en cambio, "fuera de casa no damos una buena imagen y hay que remediarlo. Ahora nos falta un punto, una victoria para conseguir el objetivo, el equipo no ha entrado bien, pero estamos por delante".

Hay que poner intensidad en lo que resta de liga, "no nos podemos relajar, dependemos de nosotros mismos". Una máxima que se viene repitiendo desde el principio de temporada, pero que la afición no consigue ver sobre el campo.