El Laracha tenía que ganar sí o sí. El empate no le servía ante el Estudiantil. Tenía el ascenso directo a seis puntos y una derrota podría haber provocado el adiós definitivo a la posibilidad de jugar el próximo curso en Tercera. Con esa presión se presentó el equipo rojiverde en el Municipal. Se adelantó en el marcador por medio de Taibo pero en el inicio de la segunda mitad Brais Calvo niveló la contienda. Fue un momento delicado para el Laracha. Los nervios podían haber traicionado al equipo pero pronto apareció José Manuel Souto Bestilleiro (Cerceda, 1983) para disipar cualquier tipo de duda. El atacante cazó un balón en el vértice del área grande y lo envió a la escuadra de un zapatazo. Un golazo que a la postre sería definitivo.
"Éramos conscientes de que nos jugábamos el todo por el todo y que no teníamos otra opción que ganar", reconoce el propio Souto, que tiene claro que el momento de su gol fue vital para evitar que el Estudiantil ganase confianza tras el empate: "La clave pudo estar ahí, fuimos capaces de contrarrestar el empate y ponernos de nuevo pronto por delante. Así no se pudieron asentar en el campo y hacer el fútbol que quisieron hacer en los últimos 25 minutos".
El Laracha castigó de forma implacable los pocos fallos en defensa del Estudiantil. El 1-0 llegó tras un robo en el centro del campo y el 2-1 se produjo después de un error de cálculo del central Diego Peña. Souto explica que "fue una jugada en la que peina el balón Alexandre, bota y nos pilla a los dos de sorpresa. Yo fui a estorbar pero botó más de lo normal y le pasó por encima. Me quedé solo en el pico del área y no me lo pensé. Tuve la suerte de que entró por ahí porque también podía haber ido al pino que hay detrás. De esos goles, entra uno de cada diez", admite humildemente el centrocampista ofensivo, que siempre le dedica los goles "a mi mujer y a mi familia, que están siempre apoyando".
El inicio del encuentro respondió al típico guión de un partido de tanta importancia. Souto afirma que "los dos equipos salimos con miedo e intentamos no tener ningún tipo de fallo para no encajar goles. Nosotros nos aprovechamos de una pérdida en la salida de balón de ellos para que Taibo materializara el primero".
La segunda parte ya fue distinta. El tempranero gol de Brais Calvo lo cambió todo. Souto destaca que "tuvimos la suerte de que no les dejamos reaccionar e hicimos el segundo muy pronto. Después tocó aguantar el resultado. Sabíamos que si seguíamos haciendo un buen trabajo defensivo, las íbamos a tener arriba. Y así fue. Pero no fuimos capaces de sentenciar".
Pero antes de todo eso, a Souto le tocó trabajar el doble. Chollas preparó un marcaje al hombre de Héctor sobre Colón que obligó al de Cerceda a cubrir el lateral cuando su compañero salía de su posición. "El míster es un experto en la categoría y trabaja muy bien los partidos. Hicimos un trabajo específico respecto al Estudiantil y eso se vio reflejado en el partido", asegura Souto.
Por último, el atacante admite que "a principio de temporada hubiésemos firmado estar como estamos", es decir, a tres puntos del ascenso directo.