El piloto alemán de Ferrari Sebastian Vettel dijo, tras su victoria en el Gran Premio de Baréin de Fórmula 1 disputado este domingo, que su monoplaza fue "fácil de conducir" y que tuvo "buenas sensaciones" durante toda la carrera.
"El coche fue fácil de conducir. Tuve buenas sensaciones. Fue un placer. Pude controlar el ritmo al final. Lewis era una amenaza otra vez en los últimos compases y con el tráfico nunca se sabe. Pero fue una carrera controlada y el coche, como dije, fue un sueño", explicó en la rueda de prensa posterior.
El tetracampeón del mundo agradeció la labor de su equipo, que llevó a cabo una estrategia "fantástica" al hacerle un 'undercut' a Valtteri Bottas (Mercedes) en la primera parada en boxes. Pero reconoció que el safety car que salió en la vuelta 12 le asustó porque pensó que habría perdido la ventaja conseguida tras el paso por los garajes.
Sin embargo, el coche de seguridad le benefició, aunque Vettel se refirió a ello como cuestión de "suerte". "Los otros estaban muy cerca del pit-lane, así que no pudieron beneficiarse de ello. Me sorprendí un poco cuando salí delante de todos", añadió en este sentido.
Y es que el Ferrari se comportó muy bien en la salida. "Fue crucial para nosotros meternos en medio, no permitirles coger su ritmo, empujar. Creo que todos hicimos una salida similar. La mía pudo haber sido algo mejor que la de Lewis (Hamilton), lo que me puso a su mismo nivel porque me beneficié del hecho de salir por la zona limpia mientras Lewis estaba un poco taponado por Valtteri (Bottas), así que pude arriesgarme un poco más en la frenada y hacer el movimiento", comentó.
Ya en las últimas vueltas, el piloto alemán admitió que se limitó a controlar la diferencia con Lewis, que había salido más rápido de lo que el mismo creyó. "Cuando me enfrenté al tráfico perdí mucho tiempo, pero él también tuvo ese problema, así que estaba seguro al final", expresó antes de concluir afirmando que desde la escudería de Maranello no están pensando en el título final, sino en "disfrutar del momento".