El Barcelona Lassa brilló este martes en San Sebastián para igualar con el Montakit Fuenlabrada en la tercera plaza de la Liga Endesa tras imponerse con rotundidad (77-101) y un excelente balance defensivo a un Delteco GBC que sigue con su mala estadística ante los azulgranas, a los que sólo ha vencido una vez en toda su historia la capital guipuzcoana.

El conjunto vasco encaró en esta ocasión muy bien el inicio de partido. Logró su única ventaja con el 5-0 inicial y encontró cómodas posiciones de tiro para tutear al equipo barcelonés durante los 10 minutos del primer cuarto.

El Barcelona, después de los sucesivos reveses en los dos primeros meses de temporada, no lo veía nada claro, a pesar de que el húngaro Adam Hanga estaba enchufado y encontraba aro para permitir a su equipo llegar al final de este primer cuarto tres puntos por encima.

El equipo que entrena Sito Alonso, que volvía a la cancha en la que comenzó a hacerse un nombre en su trayectoria profesional, vive este año de sensaciones y si éstas son buenas y el marcador va a su favor sigue siendo el intratable equipo azulgrana de toda la vida.

Así lo comprobó en sus carnes el Delteco GBC, que, a falta de cuatro minutos para el descanso, transitaba ya diez puntos por debajo, una cifra psicológica que obligó a un gran desgaste a los de Porfi Fisac si no querían ver casi sentenciado el choque antes de retirarse a vestuarios.

El Barcelona, que ha venido alternando la cal y la arena en Euroliga y ACB, ha tocado la tecla para hacerse competitivo y con un reparto coral en el que sobresalieron hombres como Aderien Moerman, Juan Carlos Navarro o Petteri Koponen mantuvieron a raya a los vascos en sus tímidos intentos por acercarse a su rival durante el tercer cuarto.

Los últimos diez minutos, con un Barcelona 14 arriba, consistieron en la administración de rentas por parte visitante ante un conjunto donostiarra que intentaba meterse en el partido y poder dar al menos un susto en un final apretado pero con su mejor hombre, Henk Norel, maniatado por las torres azulgranas la misión era imposible.

Una gran acción con mate incluido de Aleksandar Vezenkov subió la distancia a los 21 puntos en el último cuarto, el partido se convirtió ya en un festival del Barça y los locales se dedicaron a cuidarse de las lesiones para poder pelear con toda su plantilla en partidos de su liga en la pelea por seguir evitando entrar en puestos de descenso.