Tal y como afirmó el entrenador Juan Antonio Anquela en la previa el Deportivo saltó al campo con una necesidad apremiante de ganar, con un once con dos delanteros como Christian y Koné, este un poco escorado a la izquierda.
Ante un Numancia con un patrón de juego 4-2-3-1, los blanquiazules se colapsaron en la primera parte, siendo incapaces por completo de llevar la iniciativa.
El encuentro era de claro color visitante, ya que el Numancia aglutinaba casi por entero la posesión de balón; ante un Depor inoperante los castellanos se adelantaban al rematar en dos ocasiones Escassi un saque es esquina.
El 0-1 en el minuto 13 fue un mazazo imposible de levantar hasta el intervalo. Riazor explotó y pitó a los suyos, esperando un cambio radical. La pasividad deportivista era alarmante.
En el segundo lance, el Deportivo salió con una vitamina nueva, la actitud fue completamente distinta, con el equipo estirado.
En solo cinco minutos Mollejo y Aketxe le dan la vuelta al marcador, en los mejores minutos blanquiazules.
Vicente sale por Gaku y Borja por Christian; Aketxe estaba muy cansado pero a pesar de ello el Depor marca el 3-1 de penalti.
El partido se revolvió por falta de oficio en los minutos finales y permitió que el Numancia le empatase. A este equipo le falta mucho. l