Estoy perdido, lo reconozco. Los jugadores de la primera plantilla deportivista están haciendo balance de lo que fue la primera vuelta. Todos coinciden, es positiva. Y se quedan tan panchos. Y la verdad es que la cosa no está para echar cohetes. Soy de los que creo que el Depor tiene mucho margen de mejora, pero no arranca.
Es cierto que con 19 puntos a siete por encima del descenso, pero más bien es fruto de que los de abajo están muy lejos del equipo coruñés. Jornadas y jornadas sin ganar y los blanquiazules vivieron de rentas. Solo en diciembre el equipo empezó a dar señales de mejora. Iba siendo hora. Pero el viernes en el Estadio de Gran Canaria se vio que los de Gaizka Garitano se `fumaron' la primera parte, ni estaban ni se les esperaba ante un adversario plagado de bajas y que pudo resolver fácil. Ni siquiera fueron capaces de `morder' a los canarios en inferioridad en el terreno de juego. Desolador.
El sietema de juego deportivista no convenció a nadie, ni siquiera a los propios protagonistas. Jugadores fuera de su sitio que hacían más malos al resto. Aún así, remando contra corriente, el Depor pudo igualar. Pero en vez de ir a por el partido acabó perdiéndose en el laberinto de un juego sin pegada.
Me parece bien, lo aplaudo, que los jugadores digan ahora que "vamos a ir a más". Perfecto. Pues hala, que vayan reconociendo que se fumaron literalmente la primera vuelta (19 partidos) con más pena que gloria.