Que el Deportivo va de cabeza a Segunda B es algo que a nadie se le escapa. Da igual los puntos que queden en juego o los meses, da la sensación de que no hay partido que los blanquiazules sean capaces, ya no de ganar, sino de competir. Del verde para fuera las cosas no marchan mejor. El Consejo ha dimitido, pero su cese no será efectivo hasta el 14 de enero. 15 días solo para fichar en un mercado de invierno al que puede que los coruñeses lleguen ya muertos.
Bergantiños, uno a los que parece que le importa y le duele lo que está pasando, admitía que quizá era el momento de que solo jugasen los que estuviesen mentalmente fuertes. Y, aunque el capitán del Deportivo no suele meterse en charcos, reconocía que la llegada de cinco refuerzos el último día de mercado había condicionado en cierta medida.
A punto de acabar 2019, un año recordado por lo mejor y sobre todo lo peor, un viaje del cielo al infierno, importa no solo el fondo (que salvo MILAGRO el descenso es cosa hecha) sino la formas. Este club descendió con 43 puntos y un estadio puesto en pie en el último partido. A este equipo no hay nada que aplaudirle.
No hay más que repasar los goles en El Toralín para ver la cantidad de fallos que se cometieron y, lo que es más grave, las actuaciones de algunos futbolistas en los mismos. Parece que alguno ni siente ni padece, mientras en Ponferrada muchos aficionados ya lloraban tras el tanto de Yuri, que parecía un juvenil ante jugadores a los que dobla la edad.
Llega la navidad, tiempo de milagros dicen, y solo uno salvará al Deportivo, que tiene que cometer una revolución que afecte a todos los estamentos del club, afectar más allá del campo. Solo así habrá opciones de lograrlo, haciendo limpieza. No solo tienen que llegar, también que irse todos aquellos que no están respetando la centenaria institución cuyo escudo tienen bordado en el pecho. Un respeto que ni siquiera han tenido los que aún la dirigen, que hasta para irse han tardado, y cuya mochila, pesada y quizá definitiva, van a tener que cargar los que les sigan.
