Cuando me puse al frente del ordenador para trasladarles, como cada miércoles, mi visión sobre la actualidad deportiva, me saltaron las dudas entre dos vertientes y escoger preferentemente la más adecuada.
Por un lado la situación deportiva del club, la actualidad sobre el césped. Y la otra, la parte social, el entramado de puertas para dentro. Cuando ustedes lean estas líneas, el actual presidente Fernando Vidal ya les habrá expuesto el plan del Consejo para la asamblea del día 17.
Que quieren que les diga… entiendo que por su significado pensando en el futuro, la supervivencia de la Entidad, me inclino más por la gestión de despacho.
A este tipo de actuaciones, los accionistas minoritarios suelen asumir una inercia pasiva, entienden que ellos poco pueden hacer y que todo se mueve entre bambalinas económicas de alto nivel. Que su situación es algo testimonial.
La verdad es que algo de razón pueden tener, pero yo soy de los que digo que a pesar de que el gran capital puede tener un accionariado transcendental en el dominio, esto es fútbol y más concretamente el Deportivo y esta Sociedad está viva gracias precisamente a tener la masa social que tiene. El apoyo incondicional en los buenos y malos momentos, que genera una presión muy importante para que las “fuerzas vivas” respalden la supervivencia. ¡Donde estaría este club sin su afición!.
El poder de influencia es enorme. El meter a 26.000 personas en un partido de segunda división y en la posición clasificatoria donde se está, no está al alcance de cualquiera.
Pues ese respaldo se debe mantener a todos los niveles, en el apoyo desde la grada y también en el del económico. Llegó el momento del respaldo accionarial. Aunque se tenga una o dos acciones, es clave que estas queden reflejadas en apoyo a la toma de decisiones.
No cabe otra. Yo particularmente no conozco otra salida. Es la que hay y debe recibir el consiguiente respaldo mayoritario. Dije lo mismo cuando Tino Fernández ejerció un papel similar. Cuando un camino se convierte en la única vía de salida, hay que fortificarla y esto se hace a través de sus aficionados y accionistas. Tanto se vaya a la asamblea del día 17, como en la delegación de voto. Moralmente tanto vale una cosa como la otra. Después ya vendrá el tiempo de “mojarse” con la compra de nuevas acciones. Será otra cuestión que ya se tratará.
De la parte deportiva ya se sabe… todo lo que sube normalmente baja, lo importante es que se pueda controlar la caída y volver a subir.
Es necesario seguir en la línea de trabajo, sin perder los nervios. El equipo ofrece seriedad y esfuerzo y con eso debe llegar para salvar la categoría. Llegaran nuevas adversidades, pero también se darán días de alegría, estoy seguro de ello.
Finalizo con una satisfacción, me gusta que por primera vez un campeonato de España de atletismo de pista cubierta se haya disputado en tierras gallegas. Titulaba ayer Carlos Tuñas… Mágico, increíble el ambiente vivido. Un gran paso que sería necesario que tuviese continuidad.
Como siempre un placer.