En las últimas cinco ediciones de la competición continental aparecen pocas sorpresas entre los clasificados para cuartos de final. un pequeño grupo conforma desde hace tiempo la élite del fútbol europeo. Real Madrid, Barcelona y Bayern de Múnich han estado presentes en cuartos en las pasadas cinco temporadas y son, por derecho, los grandes dominadores.
El Atlético de Madrid ha estado en esta ronda en las cuatro últimas, mientras que la Juventus y el B. Dortmund en tres y Mónaco en dos de las cinco pasadas convocatorias. Atrás queda el PSG, otro club perteneciente a esta aristocracia futbolera, que tras cuatro presencias seguidas en cuartos cayó eliminado en octavos por el Barcelona.
La Champions cuenta de esta manera con la presencia de los equipos que han tenido la mejor trayectoria en el pasado más inmediato. Dicho lo cual, es de entender que a estas alturas de la competición no hay emparejamientos fáciles. El Barcelona y la Juve repiten la final de hace dos años.
Del Barsa poco queda por añadir. Su milagrosa clasificación contra el PSG refuerza su confianza y vuelve a disparar el optimismo en sus filas. El principal hándicap este año es el rendimiento del equipo cuando el técnico tiene que echar mano del banquillo. Los turineses no va a proponer nada nuevo: orden y disciplina en el aspecto defensivo y resolución en ataque de la mano de Dybala e Higuaín.
El Atleti es posiblemente el que más se ha visto favorecido por el bombo. El Leicester - club bisoño en la competición -, viene avalado por el inesperado título de la premier pero este año no tiene las mismas. La calidad de Marhez y la resolución de Vardy acompañados por un grupo de jugadores pundonorosos, sin más, parecen pocas armas para inquietar a los de Simeone.
El Borussia Dortmund tendrá enfrente al Mónaco, para mi gusto la revelación del torneo. Juegan un fútbol alegre y les cuesta poco hacer goles. Para ello cuentan con Mbappé, figura en ciernes por la que suspiran los equipos más poderosos, un resucitado Falcao, Germain y Bernardo Silva, la nueva sensación portuguesa. Habrá que ver hasta dónde llega un equipo emergente al que los clubes más potentes económicamente han puesto los ojos en sus mejores jugadores. De los alemanes poco que añadir a estas alturas. Sigue siendo el rocoso equipo al que es difícil de ganar y con el factor desequilibrante de Auvameyang en punta.
El duelo estrella será el que enfrente al Real Madrid, actual campeón continental, con el Bayern de Múnich. Los alemanes empezaron la competición con dudas pero han alcanzado una competitividad que los hace temibles. Grandes jugadores que llevan años jugando juntos y dirigidos por Ancelotti, un experto en esta competición. Enfrente tendrá a un Madrid capaz de hacer lo mejor y lo peor ¡y en el mismo partido! pero con el suficiente talento y el ADN ganador que siempre lo hará favorito en todas las competiciones en las que participe.