Ya estamos en el meridiano del mes de abril y nuestro futuro sigue de lo más incierto. En todos los bandos, pero principalmente en el sanitario y en el económico, los dos baluartes de nuestro día a día, la preocupación es evidente.
El especial encanto que me supone disponer de un espacio para tratar con ustedes el desarrollo deportivo de la semana, me resulta en estos días una difícil singladura, teniendo en cuenta la profundidad de los acontecimientos que nos están asolando.
En estas semanas intenté transmitirles la fortaleza de mirar hacia delante, ir buscando fórmulas que posibiliten estar preparados para cuando la pandemia maldita termine y podamos seguir ofreciendo lo mejor de nosotros.
Visto lo visto, la etapa que afrontamos nos va a dejar un inmenso poso de solidaridad. El sentimiento que transmiten nuestros conciudadanos es admirable. El orden y respeto con el que se está canalizando el confinamiento, refleja la calidad humana de la sociedad. Ineludible que siempre hay y habrá “ovejas negras”, pero es minoritario.
El personal sanitario, policial, de protección civil… todos cuantos están ofreciendo lo mejor de sí, demuestran su más alta capacidad para ofrecérsela a los demás.
En estas circunstancias, es claro, que el deporte de competición debe pasar a un segundo plano. Pero paralelamente a ello, todos los que de alguna forma manejan el entramado, deben ofrecer sus cauces de gestión, esfuerzo, dedicación y sobre todo pasión, para que la estructura social pueda recomponerse lo antes posible. Estoy seguro de que algo puede quedar de toda esa gran infraestructura que tiene el deporte.
Finalizo con lo material, leo que se sigue estructurando, con gran entusiasmo, para lograr encajar el puzzle post-pandemia. No es nada fácil encontrar soluciones, muy complicado. Pero ya se sabe que a grandes problemas, se deben aplicar grandes soluciones.
Recojo, por último, una frase de Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que resume, bien a las claras, mis palabras: “La salud es lo primero, no merece la pena poner en peligro una vida humana, por ninguna competición deportiva”.
“Quédate en casa”. Como siempre un placer