La victoria de etapa en La Vuelta puede resumirse con la palabra equipo. Es el fruto de un grupo motivado. Hemos trabajado y competido poniéndole muchas ganas y, al final, el trabajo tiene su recompensa. ¡Y vaya recompensa! Ganar en la Vuelta puede valer toda una temporada, pero ya habíamos hecho cosas buenas durante el año y hay que buscar más victorias. Juntos podemos lograr grandes resultados.
He vivido el triunfo saltando en el sofá. Madrazo es un ídolo para mí. Ya corría en profesionales cuando yo era cadete y juvenil. Era un referente y todavía recuerdo su ataque en el final de una Milán-San Remo, soltando a todos los favoritos en el Poggio (fue en 2012 con los colores del Movistar). Es un compañero con mayúsculas. Nos enseña todo lo que puede y tenemos una gran admiración hacia él. Ha demostrado su garra en cada fuga. Se lo merece.