Acaba la temporada y según cesa el protagonismo de los principales actores –los futbolistas- crece el de los directivos de todo rango. Tienen que “justificar” de alguna manera el lugar que ocupan y ahora, sin marcadores por medio, es más fácil sobresalir en la prensa deportiva, que es la que por lógica se ocupa de sus declaraciones y ocurrencias. Así llegamos a este final de temporada con una nueva edición de la polémica entre Javier Tebas, el presidente de la Liga, y Luis Rubiales, el de la Federación. Parece que si uno defiende una cosa, el otro tiene que defender la contraria. Todo cada vez más parecido al mundo de la política.
En un foro celebrado en Barcelona, Tebas volvió a dejar clara la postura de la LFP contra la celebración de una Liga Europea (de 32 equipos), que, según sus propias palabras, “matará la Liga española”. Según Tebas, el modelo actual de Champions funciona y no hay por qué cambiarlo. Y manifestó rotundamente que el lío era por culpa de dos, Real Madrid y Barcelona, “que no piensan más que en el dinero, que luego irá a los jugadores para que en lugar de seis Ferraris tengan nueve”. Y zanjó la cuestión diciendo que no tenía nada que hablar con la UEFA, si sigue con las mismas pretensiones.
También mostró su desacuerdo con la Federación. Sí acepta que la final de la Supercopa española pueda disputarse fuera de España, pero no con cuatro equipos en danza, que lo único que haría es “aumentar innecesariamente el número de partidos”. Y reiteró su vieja pretensión de que la Liga juegue fuera de nuestro país. Sobre la tan alabada “Premier League” dijo que “un Rayo-Huesca tiene más espectadores que los que tuvo la final de la Champions”, aunque se olvidó de que ésta fue de pago y no se sabe a ciencia cierta cuál fue el número de aficionados que pudieron seguir este partido.
Pues Rubiales se opone. No quiere partidos los lunes, quiere alterar los formatos de Copa del Rey y Supercopa y no quiere partidos de Liga en el extranjero. El Consejo Superior de Deportes trata de mediar entre ambos personajes desde hace tiempo, pero no logra un acuerdo que conduzca a la paz en el fútbol español. Por si fuera poco, Tebas se pone del lado de los clubes poderosos –los que le garantizan la continuidad en su puesto- y propugna que el reparto del dinero procedente de las televisiones siga aproximadamente igual que hasta ahora, con lo que la diferencia entre el Real Madrid y el Barcelona y el resto continuaría aumentando, en contra de las normas que rigen en otras competiciones, como la Bundesliga alemana, la mencionada “Premier League” o incluso la competición italiana. Todas ellas realizan un reparto económico mucho más equitativo y la diferencia de ingresos entre los primeros y los últimos no son tan grandes como los del fútbol español. Y eso, naturalmente, contribuye a que los fuertes se refuercen todavía más y que los débiles continúen siéndolo, al ampliarse los recursos entre unos y otros.
Esperemos a ver si entre todos aclaran el futuro las próximas semanas porque, por si fuera poco, con las competiciones de la próxima temporada 2019-2020 empieza también la aplicación de esas normas –algunas controvertidas- que fueron aprobadas por la “International Board” hace unos meses, en la tradicional reunión anual que esta institución realiza. El desconcierto puede ser grande entre los aficionados, sobre todo al principio, porque seguro que nadie saldrá a aclarar ciertas cuestiones antes de que empiece la competición liguera. Y mira que se viene pidiendo desde hace tiempo. Ya se enterarán, seguro que piensa más de un responsable futbolístico. Y acierta, como todos los años.